El Gobierno israelí presiona para que EE UU de prioridad a la destrucción de lanzadores de Scud

Tras el sexto ataque iraquí y la caída de 20 misiles sobre el país, los israelíes siguen aguantando el tipo y mantienen alta la moral. Sin embargo, la gente y el alto mando militar -que ayer hizo público su temor a un inminente ataque químico de Sadam Husein- empiezan a impacientarse. Según algunos sondeos, entre un 65% y un 75% de la población israelí apoya la política de comedimiento de Tel Aviv, pero ¿por cuánto tiempo todavía? El Gobierno y los expertos militares creen que, con su ayuda o sin ella, EE UU debe acabar con los Scud iraquíes, que pueden desmoralizar a la población.

El alto mando de la Operación Tormenta del Desierto tiene como objetivo prioritario machacar la infraestructura estratégica de Irak y el bombardeo sin tregua de las tropas de élite de la Guardia Republicana de Sadam. La destrucción de las rampas de lanzamiento de los misiles Scud iraquíes que bombardean Israel es importante para los estadounidenses, pero de forma secundaria.Los israelíes lo comprenden Lo que menos admiten es la negativa constante de Bush y de su alto mando a la puesta a punto con el alto mando israelí de una acción militar para eliminar estos misiles que han convertido al lejano Israel en frente y amenazan con desmoralizar a la población.

La baja de la credibilidad norteamericana contribuye también a esta evolución. Algunas declaraciones oficiales del general Schwarzkopf, jefe de las fuerzas aliadas en el Golfo, han consternado literalmente a los expertos israelíes. En primer lugar, el general norteamericano lanzó cifras exageradas referentes al supuesto número de lanzadores iraquíes destruidos por la aviación norteamericana y británica así como a propósito de las rampas móviles de las que se supone dispone todavía Sadam Husein. Y sobre todo la compación entre el peligro y los daños de los misiles iraquíes con los efectos de una violenta tormenta en Estados Unidos.

Este periodista fue informado de que, durante la última reunión del Gobierno, ayer, varios ministros -y no de los menores- han exigido que el problema de los misiles sea tratado oficialmente con George Bush, con la posibilidad para Israel de "recuperar su libertad".

Según el influyente comentarista del diario judío Haaretz Zeev Schiff, otro experto militar, el coronel Ron Ben Yishay, también propone la ocupación del desierto -occidental iraquí, desde donde son lanzados los Scud, y la destrucción sistemática de las rampas de lanzamiento. Ron Ben Yishay cree que los norteamericanos deberían hacerlo y lo antes posible. "SI no, será necesario que EE UU dé luz verde a Israel; somos capaces de hacerlo mejor que los norteamericanos si nos dejan aplicar nuestros métodos", escribe este coronel en la reserva en el diario Yedioth Aharonoth de ayer.

¿Por qué los expertos militares israelíes insisten en que hay que ser rápidos y algunos hablan incluso de algunos días? Es porque aquí se teme que Irak comience a lanzar misiles cargados con cabezas químicas sobre varias regiones de Israel.