La Alianza Atlántica cree que los aliados deben defender a Turquía si es atacada
FÉLIX MONTEIRA Una acción armada de Irak contra Turquía "significaría la invocación, por primera vez en la historia de la OTAN, de¡ artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte", afirmaron ayer fuentes de la Alianza. La agresión contra uno o varios aliados, según el convenio, será considerada un ataque contra todos. "Este deber de solidaridad no implica que la respuesta deba ser automática ni que haya que prestar necesariamente ayuda armada", declararon fuentes diplomáticas españolas.
España se siente directamente aludida por las críticas del secretario general de la OTAN, Manfred Wörner, a la escasa contribución europea al esfuerzo militar contra Irak. En su opinión, Europa no puede aspirar a compartir el liderazgo con Estados Unidos si no está dispuesta a la vez a asumir la carga. Las declaraciones de Wörner, antiguo ministro de Defensa alemán, han desatado una tormenta política en Alemania.La mayoría de los aliados europeos mantienen la tesis de que la OTAN, de momento, no está implicada en un conflicto que se desarrolla fuera de la zona. El nexo de la OTAN con la guerra lo constituye Turquía, en el caso de que este país aliado decida sumarse a la coalición internacional o sufra un ataque en respuesta a la utilización por aviones estadounidenses de la base de Incirlik para bombardear el norte de Irak.
Estados Unidos, Turquía, el Reino Unido y Holanda son partidarios de este nuevo frente. El resto de los 16 aliados o bien guarda silencio o está abiertamente en contra. En este último grupo se encuentran España, Alemania, Bélgica y Francia, país beligerante.
De los socios comunitarios miembros de la OTAN, sólo Francia, el Reino Unido, Italia y Holanda participan activamente en las acciones armadas. La posición de británicos y holandeses está en contra de la llamada a la no extensión del conflicto suscrita por los 12 países de la CE.
En las discusiones mantenidas en el Consejo Atlántico se ha asumido que la agresión a Turquía desencadenaría la solidaridad aliada. El artículo 5 establece que los aliados, "en el ejercicio del derecho de legítima defensa, asistirán a la parte o a las partes que hayan sido atacadas, tornando lo antes posible, de forma individual y de acuerdo con las otras partes, las acciones que juzguen necesarias, incluido el empleo de la fuerza armada".
Esta redacción, según fuentes diplomáticas españolas, "deja claro que el deber de solidaridad no se infringe por el hecho de que no exista asistencia armada, y hay otras formas de ayuda". Además, a diferencia de la respuesta automática que establece el tratado de la Unión Europea Occidental (UEO), "la decisión deberá ser sometida a consultas políticas". El mando militar integrado de la OTAN puede decidir las acciones militares si se invoca el artículo 5, pero a este organismo no pertenecen ni Francia ni España.
Apoyo logístico
En lo que respecta a las críticas sobre la escasa participación en el despliegue militar, fuentes de la representación española señalaron que "no parece tomarse en cuenta el esfuerzo político, ni el apoyo logístico de nuestros buques coordinados por la UEO, ni las 8.000 escalas de aviones aliados efectuadas en bases españolas".
La posición del Gobierno es que no se contempla una implicación militar directa de España en la guerra contra Irak.
La defensa de Turquía frente a un ataque militar de Irak fue reafirmada el pasado 18 de diciembre por los ministros de Asuntos Exteriores de la Alianza Atlántica, que, a instancias de Estados Unidos, asumieron también que el conflicto que ha estallado en el Golfo representa "una amenaza para los intereses aliados".
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