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GUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

No habrá un Chernóbil iraquí

Expertos en radiactividad no ven peligro en el ataque a instalaciones nucleares

SEBASTIÁN SERRANO Los ataques de la aviación estadounidense contra las instalaciones nucleares de Irak no pueden llegar a provocar una catástrofe de las características de Chernóbil, según coinciden todos los expertos consultados. Por el momento, ni siquiera han sido detectados niveles anormales de radiactividad tras los bombardeos. Las posibilidades reales de desastre nuclear, por tanto, se centran en el uso que puedan hacer norteamericanos, franceses o británicos de sus misiles termonucleares reconocidos ante la comunidad internacional o en una eventual represalia atómica israelí.

La gran incógnita es el nivel de la tecnología nuclear desarrollada por Irak, que algunos indicios apuntan a que es alto.Los norteamericanos no han precisado cuáles son exactamente las instalaciones atacadas, aunque las informaciones dispersas e imprecisas facilitadas por el Pentágono apuntan a que no se han limitado a dañar los pequeños reactores de investigación controlados por la Organización Internacional de la Energía Atómica, situados en Tuwaitha, una zona desértica próxima a Bagdad, sino que han atacado también instalaciones secretas.

Franz Friedrich Meyer, portavoz de la OIEA, ha destacado que la eventual contaminación producida por ataques a las plantas que ellos conocen tendría escasas consecuencias porque se encuentran en un zona deshabitada, según ha Informado Efe. El Ministerio Federal del Medio Ambiente ha difundido en Bonn una nota en la que, citando a la OIEA, asegura que no se ha detectado un incremento de la radiactividad.

Un experto español ha coincidido en subrayar la imposibilidad de un accidente grave, si, como se supone que habrán hecho los iraquíes, las instalaciones han sido patadas bastantes semanas antes del inicio de la guerra. Si los reactores no están en funcionamiento, la reacción descontrolada del combustible no es posible y, en consecuencia, no puede producirse la fusión del núcleo del reactor, el paso previo al desastre.

La catástrofe nuclear, por tanto, es casi imposible que se produzca por accidente, aunque sí puede ser consecuencia de un acto voluntario de los aliados o de Israel. O de Irak, en el caso de que éste país haya desarrollado suficientemente la tecnología necesaria. Interés militar

Los iraquíes han estado especialmente interesados en la energía nuclear a pesar de que la abundancia de petróleo en su territorio hace innecesarias las plantas atómicas para producir electricidad. El interés de Bagdad por esta tecnología es, en consecuencia, puramente militar. Israel lo ha interpretado siempre así y en 1981 dejó totalmente inservible un reactor nuclear de investigación iraquí, mediante un fulminante ataque aéreo. Ese ataque se interpretó como un duro revés para los proyectos iraquíes, pero algunos hechos posteriores apuntaron hacia la posibilidad de que Sadam Hussein pudiera estar cerca de poseer el arma nuclear. El principal indicio fue la confiscación en marzo pasado, en el aeropuerto británico de Heathrow, de unos componentes electrónicos utilizados para la fabricación de detonadores de bombas nucleares, procedentes de EE UU con destino a Irak.

En octubre pasado, el Gobierno portugués admitió que en 1980 había vendido a Irak un total de 252 toneladas de uranio. E informaciones de prensa recientes, entre ellas algunas aparecidas en el diario francés Le Monde, señalan la posibilidad de que los iraquíes estén explotando un yacimiento de uranio a cielo abierto en la montaña de Chiya Gara, cerca de la frontera turca, y produzcan concentrados de uranio a partir de fosfatos uraníferos en el desierto de Rabta.

El uranio natural es la materia prima imprescindible para obtener tanto uranio muy enriquecido como plutonio, las dos sustancias con que se fabrican bombas atómicas. El reactor Osirak, destruido por la aviación israelí en 1981, representó el primer intento irakí de dotarse de medios para obtener plutonio. Tras la inutilización de esa planta se ha considerado probable que el régimen de Bagdad haya abandonado la vía del plutonio, aunque no es posible descartar de forma taxativa la construcción secreta de un reactor alternativo.La obtención de uranio muy enriquecido es la vía que en los últimos años se ha considerado más probable. A pesar de que la instalación es secreta y, por lo tanto, los datos son muy confusos, los expertos occidentales citan la existencia de una planta de, enriquecimiento de uranio por ultracentrifugación, que la prensa norteamericana denomina Fábrica 10 y que probablemente ha sido bombardeada.

Sobre materiales susceptibles de ser utilizados para fabricar una bomba atómica se tiene constancia, a través de la OIEA, de que Irak tenía almacenado en Tuwaitha 12 kilos de uranio muy enriquecido, que probablemente fueron trasladados a lugar seguro antes del ataque. Es una cantidad insuficiente para hacer una bomba nuclear en condiciones, pero podría sumarse a cantidades obtenidas por otros medios.

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