El ministro de Exteriores lituano pide a Europa "pistolas y no declaraciones"

"El tiempo para la negociaclón ya pasó y Lituania no tlene nada que hacer con los planes de Gorbachov, quien sólo tiene que retirar los tanques y basta", declaró ayer en Bruselas el ministro de Exteriores lituano, Algirdas Saugardas. Invitado por el Comité Político de la Internacional Demócrata-Cristiana, Saugardas reclamó ante los presentes "pistolas e ir a Vilna a luchar en lugar de hacer declaraciones a favor de la democracia". Afirmó también que ha recibido el encargo del Gobierno y del Parlamento lituanos para crear "un Gobierno en el exilio para el caso de que esas instituciones legítimas no puedan funcionar".En un discurso de extremada dureza y tono arrogante, Saugardas denunció la ayuda económica de la Comunidad Europea a la Unión Soviética, "un país asesino que tiene derecho de veto en la ONU para impedir nuestra índependencia". "¿Cuántos muertos tenemos que contar para que cese esa ayuda", se preguntó.

Saugardas explicó que el Gobierno y el Parlamento de Lituania, "convertido en una verdadera fortaleza protegida por barricadas", sigue controlando todo el territorio del país. La lucha por la independencia, en su opinión, es irreversible, después de los 13 muertos provocados por la represión del Ejército soviético y de los 68 desaparecidos contabilizados.

En algunos momentos, su intervención ante numerosos representantes políticos y curodiputdos del Parlamento Europeo, reforzada con un video sobre la represión, adquirió tonos de denuncia ante la complicidad de Europa.

Gobiernan los generales

"En la Unión Soviética y en Gorbachov ven ustedes lo que quieren ver", dijo a la vez que insistió en que "en Moscú gobiernan los generales". La crítica la extendió a la comunidad internacional: "Es mentira que luche por Kuwait y Lituania, lo hace por el petróleo y el precio del oro".

De los países de la CE reclamó, además de ayuda eficaz, el establecimiento inmediato de relaciones diplomáticas con Lituania y pidió que "los parlamentarios europeos vayan a dormir con nosotros a Vilna para impedir la amenaza de liquidación que se cierne sobre los 150 diputados lituanos".