La Expo recorta su programa de espectáculos

La organización de la Expo 92 ha desechado la construcción de la calle del Cine, en la que se pretendía la recreación de escenarios cinematográficos. La decisión fue adoptada en el mes de julio de 1990, si bien la Expo, en ninguna de sus múltiples presentaciones de la programación de espectáculos, ha reconocido este extremo. Este recorte afecta también al ciclo de películas mudas que se iban a proyectar en la Expo, ya que de las 10 cintas anunciadas en su día por el director de la División de Actividades Culturales, Alfonso Riera, sólo una -Currito de la Cruz (1925)- se proyectará en la exposición.

En uno de los cuadernos de trabajo de la Expo que se suministran a modo de información a participantes y periodistas, se asegura: "Lo que propiamente conformará la calle [del Cine] será una evocación de los espacios arquitectónicos y escenográficos consagrados como lugares privilegiados a través de su representación transfigurada en la pantalla". Según este cuaderno, "saloons del viejo Oeste, garitos del cine negro, cabarés tropicales de comedia musical o hasta el Rick's American Bar que regenta Bogart en la inolvidable película [Casablanca] abrirán sus puertas -como locales comerciales de uso- a la calle del Cine". Fuentes de la Expo reconocieron ayer que la organización nunca se tomó "en serio" este proyecto, que rondaba un presupuesto de unos 1.000 millones de pesetas, y que siempre se trabajó "a nivel teórico".Otro de los programas de esta sección que sufrirán recortes será el denominado Los sonidos del silencio, que, según aseguraba la organización, "será un ciclo de películas mudas con acompañamiento orquestal especialmente escrito para la Expo 92 por los más destacados compositores cinematográficos del mundo". Hasta el momento, el ciclo de películas mudas contratadas por la Exposición se ciñe a Currito de la Cruz, un melodrama sobre la vida de un torero, codirigida en 1925 por Fernando Delgado y Alejandro Pérez Lugín. El cantaor granadino Enrique Morente compondrá una serie de temas flamencos que interpretará durante la proyección de la película.

La División de Actividades Culturales también renunció a que compositores como Toru Takernitsu, John Zorn o Ennio Morricone, con los que ya se había contactado, pusieran música a otras tantas películas mudas.

Pese a ello, la Fundación Luis Cernuda, dependiente de la Diputación Provincial de Sevilla, ha retomado el reto y contratado a los dos primeros para los Encuentros de música de cine que se celebrarán en la capital andaluza en 1992. Así, el compositor japonés Toru Takernitsu, autor de la música de Ran, de Akira Kurosawa, pondrá música a La pasión de Juana de Arco (1928), de Dreyer. John Zorri hará lo propio con El fantasma de la ópera (1925), interpretada por LonChaney. Los responsables de la Fundación Cernuda han contactado con Ennio Morricone para que ponga música a una de las primeras películas rodadas por John Ford, El caballo de hierro, realizada en 1924. La Fundación Cernuda ha pedido también al norteamericano Phillips Glass que componga una partitura para El perro andaluz, de Buñuel.

La Expo ha descartado también la construcción de una sala cerrada de proyecciones dentro del recinto.