Cientos de miles de personas se manifiestan en Europa contra la guerra
Cientos de miles de europeos participaron ayer en manifestaciones para protestar contra una guerra inminente en el golfo Pérsico, mientras el plazo del 15 de enero se yergue sobre las gestiones de paz. Alemania, país que no ha enviado tropas a la fuerza multinacional que enfrenta al Ejército iraquí de ocupación en Kuwait, ha registrado las manifestaciones más numerosas, mientras que grandes movilizaciones se efectuaron también en Francia, Italia y el Reino Unido.
Cerca de 250.000 alemanes se manifestaron ayer en más de 100 ciudades alemanas al grito de "No sangre por petróleo". La policía germana dijo que más de 30.000 personas se congregaron en las calles de la recientemente unificada ciudad de Berlín, mientras que 40.000 tomaban las calles de Stuttgart y varios miles se paseaban por la ciudad de Leipzig. En Múnich, los manifestantes se reunieron en en una plaza de la ciudad dedicada a las víctimas del nazismo, mientras que los manifestantes en Dortmund formaron una cadena humana de más de un kilómetro de largo y en Bonn grupos de manifestantes se reunieron frente a las embajadas de Estados Unidos e Irak.Por su parte, el Movimiento Popular Francés contra la guerra del Golfo nació ayer con una nutrida manifestación que recorrió durante cuatro horas los grandes bulevares de París. "No a la carnicería" y "Ni Sadam, ni el Tío Sam", gritaron decenas de miles de personas de todas las edades, razas y condiciones sociales. Los manifestantes lucían chapas, banderas y pancartas con la incripcIón "Quelle connerle la guerre!" (La guerra, qué estupidez), que es una cita del poeta Jacques Prévert.
La heterogeneidad de la asistencia probó que en Occidente, tal como ocurrió con las guerras de Argelia y Vietnam, los conflictos bélicos en ultramar unifican en su contra a numerosos sectores sociales. Veteranos de la II Guerra Mundial con sus medallas en el pecho, jóvenes a la moda con kefiyas (pañuelo palestino) al cuello, parejas burguesas de mediana edad, curtidos obreros, militantes de Green Peace, inmigrantes árabes, africanos y asiáticos, estudiantes de bachillerato, curas católicos, religiosos musulmanes y otras gentes marcharon ayer en París codo con codo.
La manifestación había sido convocada por una circunstancial alianza de comunistas, izquierdistas, católicos, pacifistas, ecologIstas y hasta socialistas disidentes con la política de François Mitterrand en el Golfo. "Nos negamos a ser cómplices de una carnicería deseada por el presidente Bush para reafirmar la supremacía norteamericana en el mundo y su control del petróleo", dijo la abogada Gisèle Halimi.
Junto a Halimi encabezaban el cortejo el eurodiputado socialista Max Gallo; el dirigente comunista Georges Marchais; el ex ministro socialista de Exteriores, Claude Cheysson; el escritor Gilles Perrault y el obispo de Evreux, Jacques Gaillot.
Todos se pronunciaron por "una paz justa y global" en Oriente Próximo, y denunciaron como "hipócrita" el "intransigente combate" norteamericano por la soberanía de Kuwait, cuando Washington "nunca se ha interesado por los dramas palestino o libanés".
Grupos de manifestantes kurdos, palestinos y libaneses recordaron que sus países están sometidos a ocupaciones militares extranjeras desde mucho antes del 2 de agosto.
François Mitterrand recibió a una delegación de manifestantes y les repitió su voluntad de "trabajar por la paz hasta el último minuto". El presidente francés, no obstante, ha anunciado que a partir del 15 de enero los 16.000 soldados franceses presentes en el Golfo estarán listos para luchar contra Irak al lado de los estadounidenses.
La inminencia de la guerra en el Golfo ha hecho estallar las contradicciones de los socialistas franceses. La gran mayoría sigue a Mitterrand en su apoyo al presidente norteamericano George Bush, aún a sabiendas de que esa guerra será ante todo la de Estados Unidos y será sentida por el Tercer Mundo como una agresión occidental. Una minoría socialista apoya, en cambio, la posición del ministro de Defensa, Jean-Pierre Chèvenement, que piensa que Washington no ha hecho los suficientes esfuerzos por encontrar una salida pacífica, en particular mediante "pequeñas concesiones" sobre el problema palestino.
Otras ciudades
En Roma, bajo el lema "Italia repudia la guerra" unas 100.000 personas participaron por las calles céntricas de la ciudad contra un conflicto bélico en el Golfo. En Londres, unas 40.000 personas se concentraron en repudio de la guerra en el centro de la ciudad, mientras que en Glasgow, Escocia, otras 6.000 personas se congregaron para manifestar su oposición a un conflicto.La manifestación de Londres se reunió en la plaza de Trafalgar, donde el veterano parlamentario de la izquierda, Tony Benn, dijo que una guerra en el Golfo sería una lucha por el petróleo y el poder.
En Ginebra, varios miles de personas recorrieron las calles de la ciudad y se concentraron ante la sede europea de las Naciones Unidas, donde los activistas entregaron a funcionarios de la organización una petición para Ia retirada de todas las tropas extranjeras del Golfo y e inmediatas connversaciones sobre todos los problemas de Oriente Próximo.
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