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El Congreso de EE UU se dispone a autorizar la guerra

Las dos Cámaras de¡ Congreso norteamericano comenzaron ayer a discutir por primera vez en 26 años una resolución autorizando la utilización de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en el extranjero, en este caso para desalojar a Irak por la fuerza de Kuwait si sus tropas no se retiran de¡ emirato antes de la expiración del plazo del 15 de enero marcado por las Naciones Unidas. La predicción en medios cercanos al Congreso era que el fracaso de las conversaciones de Ginebra hacía prácticamente segura la adopción de la resolución, a pesar de los esfuerzos de la oposición demócrata para hacerla fracasar.

Artes del comienzo de los debates, que se iniciaron a última hora de la noche (hora peninsular española), varios congresistas manifestaron su convicción de que la intransigencia iraquí en Ginebra había supuesto "un regalo inesperado" para George Bush. "Es difícil pensar ahora en que el Congreso se oponga a la petición presidencial", manifestaron.Bush, quien se había resistido anteriormente a pedir el apoyo del Congreso a su política del Golfo por temor a un rechazo parlamentario, solicitó oficialmente a las Cámaras el martes la aprobación de una moción autorizando el uso de "todoslos medios necesarios" para desalojar a Irak de Kuwait, de acuerdo con lo estipulado en la resolución 678 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Incluso los partidarios de dar más tiempo a las sanciones, entre los que se encuentran el speaker (presidente) de la Cámara, Thomas Foley, y el líder de la mayoría demócrata del Senado, George Mitchell, han reconocido que con toda probabilidad Bush se saldrá con la suya, aunque sea cort una mayoría escasa.

Bolsas para guardar cadáveres

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Al mismo tiempo, el Pentágono ha encargado a una empresa de Filadelfia la fabricación de 16.099 bolsas de plástico para guardar cadáveres de soldados norteamericanos, informa

.El debate del Congreso promete ser caliente. Durante los últimos dos días, el liderazgo demócrata se ha reunido con los parlamentarios de su partido en un intento de presionarlos para que se opongan a la petición de la Casa Blanca. Por su parte, George Bush y SLIS colaboradores se han empleado a fondo, utilizando todo tipo de presiones para atraer a muchos congresistas vacilantes.

Las dos Cámaras tendrán que pronunciarse, probablemente el sábado, sobre tres resoluciones contradictorias: la primera, la concesión de la autorización a Bush para ir a la guerra después de informar al Congreso que se han agotado todas las posibilidades para conseguir una salida pacífica y diplomática al conflicto; una segunda, en la que se pide la continuación de las sanciones con la esperanza de que su aplicación haga retirarse a Irak, y una tercera, en la que se reafirma la autoridad del Congreso como única institución que puede declarar la guerra.

Los esfuerzos de la cúpula demócrata para hacer naufragar la resolución de apoyo a la postura presidencial merecieron ayer el rechazo del líder de la minoría republicana en el Senado, el senador Robert Dole, con estas expresivas palabras: "La estrategia republicana consiste en conseguir que Sadam Husein salga de Kuwait y me temo que la estrategia de algunos demócratas sea conseguir que Bush salga de la Casa Blanca".

La última vez que el Congreso norteamericano aprobó una autorización similar a la pedida por Bush fue en agosto de 1964, con la famosa resolución del Golfo de Tonkín, que permitió al presidente Lyndon B. Johnson incrementar sustancialmente la presencia militar norteamericana en Vietnam.

A pesar de que la Constitución norteamericana establece claramente que la declaración de guerra es un acto que sólo corresponde al Congreso, sólo en cinco ocasiones -las dos guerras mundiales, la hispano-estadounidense de 1898, la de 1812 con Inglaterra y la de México el pasado siglo- en la historia de las más de 200 intervenciones militares de Estados Unidos se ha producido una declaración de guerra previa.

En su conferencia de prensa para anunciar el fracaso de las conversaciones de Ginebra el miércoles, Bush volvió a reiterar que, en su calidad de comandante en jefe, puede ordenar el inicio de las hostilidades sin esperar a la aprobación del Confreso. "Prefiero tener esa aprobación, pero creo que tengo la suficiente autoridad para hacer cumplir las resoluciones de las Naciones Unidas," subrayó.

[El secretario de Estado norteamericano, James Baker, declaró ayer en Ryad, capital de Arabia Saudí, que Irak debe escoger "el camino de la paz", informa

"Hay todavía una vía pacífica", añadió Baker, que llegó anoche a Ryad para informar al rey saudí de la reunión que mantuvo el miércoles con su homólogo iraquí, Tarek Aziz].

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