El pintor José Ortega: muere en París a los 69 años
Su obra trascendió el realismo socialista
El pintor José Ortega fue un auténtico militante de las ideas comunistas. Y ello le costó un largo exilio. Su pintura esencial, como sus grabados, trascendieron el realismo socialista. Durante los últimos años de su vida vivió en Italia y Francia, donde ha dejado gran parte de su obra. Ortega, que había sufrido anteriormente una cirrosis, murió la pasada Nochebuena en París, a los 69 años, como consecuencia de un cáncer de hígado. Hoy será enterrado en París.
El pintor manchego nació en Arroba de los Montes (Ciudad Real) en 1921, pero a los ocho años se trasladó a Madrid. Vivió en el barrio de las Delicias, y, según comentó en una ocasión, ya a los 13 años hacía pintadas en los muros.Apenas acabada la guerra civil su padre ingresó en prisión, y en 1947, después de salir su padre, es encarcelado él por motivos políticos. En la prisión empezó realmente su preparación como pintor, y al salir de allí, en 1952, recibe una beca del Gobierno francés para estudiar en París. A su vuelta a Madrid se reúne con un grupo de artistas, poetas e intelectuales en una especie de movimiento que propugna un realismo social del arte. Se interesa particularmente por el grabado y en 1958 crea el grupo Estampa Popular, que indaga en la expresión realista, a pesar de encontrarse en plena eclosión del arte abstracto.
Los temas políticos ocuparon buena parte de su obra. Fue militante comunista, pero su visión del realismo socialista fue siempre muy crítica. "El realismo socialista es un término tan usado que no se sabe bien qué significa. Yo he luchado seriamente contra el academicismo realsocialista, y creo que es historia", dijo en una entrevista.
En 1960 se inicia para él una etapa decisiva en su vida. Comienza el exilio y recorre China y Oriente aprendiendo diversas técnicas y tradiciones antiguas de grabado. Luego vienen unos años en Francia y finalmente en Italia. Regresó a España en 1977, al día siguiente de recibir el pasaporte español.
La polémica acompañó sus primeras exposiciones del retorno a España, en una época inicial de la transición a la democracia en la que no se quería "herir susceptibilidades" y que le valió la prohibición de varias de sus obras preparadas para una antológica en su tierra natal.
Volvió a Italia y residió hasta hace poco en su casa de campo de Bosco (Salerno), al sur de Italia, además de mantener su taller en París.
Ortega había sufrido una cirrosis hace dos años, y la familia pensó que se trataba de una recaída al ingresarlo hace unas semanas en el hospital Lavoisier, de París. Allí le detectaron un cáncer de hígado, que terminó con su vida la pasada noche del 24 de diciembre. Será enterrado hoy en París, en el cementerio de Montmartre.
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