Todas las artes de la imagen conducen al vídeo

El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en Madrid, acoge desde el pasado día 12 la Primera Bienal de la Imagen en Movimiento. Por primera vez un museo español de arte contemporáneo se ha planteado la simbiosis más contundente entre las artes plásticas y las visuales exponiendo obras de producción reciente (entre 1989 y 1990), que aportan un aspecto innovador en concepto y realización. Esta primera bienal se clausura el próximo día 23.

Entre los autores expuestos encontramos una representativa selección de nombres conocidos, desde David Lynch, un destacado innovador de la imagen televisiva, hasta Robert Wilson, dramaturgo y realizador de vídeo; Miquel Navarro, artista plástico, o Peter Greenaway, pintor cineasta y realizador de programas televisivos.El montaje de la Primera Bienal de la Imagen en Movimiento diseñado por el joven arquitecto José María de Argila, ofrece una distribución de espacios claros y precisos. Por si fuera poco, nada más entrar, el espectador se encuentra ante un gran videomuro, en el que se proyecta un collage de todas las obras que figuran en la exposición. De esta manera, ofrece una primera y rápida impresión de lo que se puede seleccionar y visionar individualmente en cada una de las seis salas destinadas al vídeo a la carta, independientemente de las proyecciones programadas de cine de autor, programas televisivos, computer creación, vídeo y producciones de alta definición.

Videoinstalaciones

A continuación, un largo pasillo conduce a los diversos espacios dedicados a las vídeoinstalaciones de los norteamericanos Bill Viola y Gary Hill, la catalana Eugenia Balcells, el francés Thierry Kuntzel y la canadiense Bárbara Steinmann. Desde el tríptico iconográfico y ciertamente pictórico de Bill Viola hasta la propuesta escultórica y precinematográfica de Balcells, la exposición . ofrece un abanico muy amplio y representativo de imágenes en movimiento, con conceptos escultóricos, arquitectónicos y espaciales. La investigación de los artistas, en los di versos campos de la tecnología electrónica, se hace evidente incluso mediante la invención de nuevos soportes y formatos de proyección, todavía inéditos en el mercado electrónico, como e el caso de la obra de Gary Hill o Bill Viola.Por todo ello, la exposición ha merecido un importante apoyo financiero, material y de difusión por parte de algunas entidades de gran prestigio, dedicadas a la alta tecnología de la imagen, como son Amper, Sony o Canal Plus. Destacando el hecho de que un canal de televisión también colabore en este tipo de eventos culturales, lo que es muy frecuente en otros países europeos o norteamericanos, pero bastante insólito en España.

Sin embargo, fomentar la cultura de la imagen, es decir, apoyar un conocimiento crítico y analítico ante la propia imagen de la masa media, no debería presentarse únicamente de forma aislada y concreta, sino que, ya desde hace bastante tiempo, debería haberse institucionalizado, educativa y culturalmente, en todos los sectores de nuestra sociedad actual.

Por ello es ciertamente destacable la exposición que se exhibe en el Centro de Arte Reina Sofía, gracias a la iniciativa de su director, Tomás Llorens, y el comisario de la exposición, José Ramón Pérez Ornia. Sin embargo, cabría esperar una continuidad y seguimiento en el tema de la imagen en movimiento, bajo los diversos aspectos socioculturales y artísticos.