El consumo de carne cayó un 30% tras detectarse fraude en el engorde de ganado

La respuesta de los consumidores, tras el descubrimiento de una red para el engorde artificial del ganado el pasado mes de noviembre, ha sido reducir en un 30% su consumo de carne, casi un 50% en los hogares catalanes, según estimaciones del secretario general de Consumo, César Braña. Se trata, a su juicio, de la medida más eficaz contra el fraude: "La capacidad de reacción de los ciudadanos para evitar prácticas generalizadas de este tipo".

A la lucha común contra el fraude alimentarlo, César Braña convoca en primer lugar a los consumidores. "Cuando la carne despide mucha agua; se cuece en la sartén o se oscurece muy rápidamente, podemos estar en presencia de un producto tratado con sustancias artificiales", explica.Y el secretario general de Consumo, insiste: "Tenemos que empezar a acostumbrarnos a comer más carne roja que blanca, porque sanitariamente es más nutritiva". El aspecto no constituye la mejor acreditación, ya que, precisamente, el objetivo del tratamiento con hormonas prohibidas es reducir la grasa en beneficio de la masa muscular.

Todas estas explicaciones aparecerán próximamente en paneles que se distribuirán por todas las carnicerías. Forma parte de un programa informativo previsto por la Secretaría General de Consumo para principios de 1991 y con el que también se llegará a ganaderos, empresarios y distribuidores de productos cárnicos.

A partir de aquí, el problema radica en la capacidad de los defraudadores para introducir constantemente nuevas sustancias ilegales. Incluso para enmascarar su presencia en las carnes, utilizando otros productos, como por ejemplo plaguicidas, tal y como sugirió César Braña durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados.

"Esto hace que su detección sea técnicamente difícil con los métodos analíticos reconocidos", argumenta Braña. El secretario general de Consumo denuncia el "menosprecio" de las redes fraudulentas por las consecuencias sanitarias de su acción. "Si en la medida que las detectan, buscan otras sustancias, ¿en que espiral de riesgo nos estamos metiendo?", se lamenta.

En este sentido se ha pedido una mayor coordinación entre las diversas administraciones autonómicas, "porque el mercado no entiende de competencias y las vacas pueden nacer en Cantabria, crecer en Valladolid y venderse en Sevilla", señala.

Existe un proyecto firme para crear en breve un grupo especializado de veterinarios de distintas provincias, que funcionen como equipo móvil contra el fraude en el sector cárnico y coordinados desde la Administración central.

Control de alimentos

Dentro de esta línea de actuaciones, la Dirección General de Salud Alimentaría presentó al Consejo Interterritorial, celebrado el pasado martes en Pamplona, un proyecto de colaboración mutua en inspección de alimentos entre las distintas administraciones sanitarias y de consumo, informa Mikel Muez.En virtud de este plan, en 1991 se realizará un control especial de determinados alimentos, en concreto canales de vacuno, ovino y porcino, carnes picadas, bollería industrial, especias y condimentos, platos preparados y conservas vegetales.

El ministro de Sanidad y Consumo, Julián García Vargas, señaló que la calidad alimentaria ha mejorado en España, a la par que ha aumentado la sensibilidad de la población en esta materia, y dijo que el listado de productos elegidos para su especial inspección obedece a aquellos que han causado "más inquietud" entre la población. Independientemente y dentro de lo previsto en el Plan Nacional de Investigación de Residuos, durante 1990 se han analizado un total de 33.153 muestras de carnes en distintas poblaciones y sus resultados estarán listos a finales del próximo mes de enero.