Europa pierde el liderazgo

Estados Unidos demostró ayer en Bruselas que la CE, en contra de las estadísticas, no es capaz de asumir el liderazgo. La primera potencia comercial negoció dividida entre Doce y no consiguió aglutinar a su alrededor más que a los países pobres que dependen de su ayuda alimentaria y financiera. La Comunidad perdió la batalla de la negociación e incluso la de explicar sus objetivos. En el tereno comercial del GATT, como en el plano político, Estados Unidos sigue con el mando.Las negociaciones se han polarizado donde los norteamericanos han querido: en la agricultura. A cambio, la CE, solo consiguió hacer triunfar sus tesis por un día. El principio de un acuerdo global y equilibrado en todos los capítulos acabó derrotado por su incapacidad de asumir mayores concesiones agrícolas.

La Ronda de Uruguay fue solicitada en 1985 por Estados Unidos cuando las cifras le colocaron por detrás de la CE como potencia comercial. Los cuatro años de negociaciones de la ronda más ambiciosa de la historia del GATT se han visto salpicadas con guerras comerciales entre los tres líderes económicos y el mundo ha asistido a una sucesión, aún inacabada de represalias y contrarepresalias. La CE, con el 20% del total, ocupa el primer puesto en intercambios, seguida por Estados Unidos (15%) y Japón (12%).

Voz única

Para la CE la agricultura es una migaja de su comercio, comparado el 8% que representa con el 60% a que ascienden los productos industriales y el 25% los servicios, el sector con mayor potencial de crecimiento. Los Doce negocian en el GATT con una voz única, delegada en la Comisión Europea. Pero ésta no puede dar un paso sin consulta previa con los Doce ministros de Agricultura y los Doce de Comercio. La representante estadounidense, Carla Hills, metió el dedo en la herida al afirmar ayer que "es imposible negociar con quien no tiene mandato".

Además de las continuadas consultas a esos Consejos mixtos de Ministros, la Comisión se ve obligada a intentar arañar un margen a un órgano de decisión dividido. No había mas que observar la delegación española para darse cuenta de la diversidad de opiniones entre Agricultura y Comercio.

A pesar de esa negociación de reenvío, la Comunidad presumió de hablar con una sola voz, aunque se le negó la palabra cuando intentó convencer a los socios de que había que seguir negociando. Los Doce terminaron pidiendo que ningún país tome decisiones unilaterales, ante la amenaza del Gobierno australiano de crear un bloque comercial contra Europa.