Seineldín asume la responsabilidad de la sofocada rebelión militar
Los periódicos más importantes de Argentina publicaron ayer en primera página la copia en facsímile de una carta de Seineldín en la que asume la responsabilidad por la rebelión. Escribe el coronel, en su carta al oficial que se encuentra al mando del regimiento donde está preso: "Asumo la total responsabilidad de los mismos [los hechos del pasado lunes], a pesar de no haber estado presente y alejado de la zona de operaciones". Asegura Seineldín que todos los implicados incumplieron órdenes estrictas que les Impartí. Por lo tanto, solicito (le usted quiera tener a bien gestionar mi traslado a los lugares de detención correspondientes". El líder de los sublevados concluye su misiva con la paradójica ex clamación "Dios y Patria... o Muerte".Parece confirmada la información de que el coronel carapintada pidió una pistola para suicidarse tras conocer el desenlace de los hechos, pero luego se conformó con escribir la carta.
Varias interpretaciones
El gesto de Seineldín abre la puerta a varias interpretaciones. Al asumir la responsabilidad por lo ocurrido, éste puede tratar de convertirse en una especie de mártir, sumándose a la suerte que puedan correr sus camaradas de armas. La pena por motín con derramamiento de sangre puede llegar hasta la pena de muerte, según la legislación militar argentina.
Otra interpretación de la petición de una pistola para !suicidarse habría que buscarla en la personalidad de Seineldín. Fuentes de su círculo íntimo comentaron a este periódico que Seineldín tiene "la típica mentalidad del militar de comandos. Es una persona capaz de matar en cumplimiento (de órdenes, pero incapaz de mandar matar". El desarrollo sangriento de la rebelión, con el asesinato de tres militares leales, supondrá, según esta interpretación, un golpe psicológico muy fuerte para Seineldín.
Llama la atención en la lista de detenidos el elevado número de suboficiales, 250, de un total de 313 militares. Están detenidos también dos coroneles., cinco jefes y nueve oficiales. Esta presencia de suboficiales, expresa la presencia de un elemento importante desde una perspectiva de la sociología militar.
Los suboficiales han sufrido con la crisis económica un proceso de proletarización y se ven obligados a vivir en condiciones mínimas de salario. Esta participación masiva de suboficiales parece expresión del descontento y resentimiento social de ese sector del Ejército, que plantea uno de los problemas estructurales que necesita una solución para acabar con las repetidas crisis militares en Argentina.
