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EDUCACIÓN

Los estudiantes franceses vuelven a clase y se desentienden de la negociación

El movimiento estudiantil francés parece haberse disuelto a la misma velocidad con que, para sorpresa de las autoridades socialistas galas, nació el pasado octubre. En las últimas dos semanas, los estudiantes de los institutos del segundo ciclo de enseñanza media han vuelto masivamente a las clases, desde donde siguen de lejos las querellas internas de las coordinadoras y su negociación con el Ministerio de Educación.

Las coordinadoras de los liceos habían pretendido resucitar el movimiento con la celebración, el pasado martes, de un referéndum que plebiscitara su posición de firmeza en la negociación con las autoridades. La pregunta presentada a los estudiantes era la siguiente: "Jospin [el ministro de Educación, Lionel Jospin] ha tenido que soltar 4.500 millones de francos, lo que no es suficiente. Yo exijo del Gobierno que respete nuestro derecho a estudiar y consagre a ello verdaderos medios materiales".La consulta sólo se efectuó en 20 de los 2.500 liceos existentes en todo el país. E incluso en esa veintena de centros la participación no fue muy entusiasta. Ese mismo día, la manifestación convocada en la fuente de Saint Michel en París tan sólo reunió a 40 estudiantes, una cifra cinco veces inferior a la de los policías desplegados en la zona. Para las coordinadoras de los liceos, quedan ya muy lejos aquellos días en que, como el pasado 12 de noviembre, podían movilizar decenas de millares de jóvenes.

Michel Rocard, el jefe del Gobierno francés, y el ministro de Educación, Lionel Jospin, han podido llevar el agua revuelta de la protesta estudiantil a su molino. Cécile Wiener, llamada Madame Plan de Urgencia, discute con las coordinadoras el destino de los 4.500 millones de francos (unos 90.000 millones de pesetas) que el movimiento estudiantil arrancó al Gobierno. Ese dinero será destinado a la renovación material de los liceos más deteriorados por la masificación.

El plan de urgencia del Gobierno, prometido a los estudiantes por el presidente François Mitterrand el pasado día 12, contempla también la concesión a los bachilleres de los derechos de asociación, reunión y prensa, e incorpora la "apertura de un debate" sobre la "renovación pedagógica" de los liceos. Jospin debe presentar ahora las líneas maestras de la reforma de los programas.

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