La puerta abierta de Guerra

El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, dejó ayer la puerta abierta a una iniciativa gubernamental que se concrete en "una normativa complementaria, o diferente" respecto a la incidencia en el IRPF y en otros impuestos de la revalorización de los bienes catastrales. En un comentario realizado en los pasillos del Congreso, Guerra dejó entrever un distanciamiento de la iniciativa tomada por el ministro de Economía, Carlos Solchaga, uno de los miembros del gabinete que rivalizó políticamente con él en el Congreso del PSOE.

Alfonso Guerra aludió a la reunión mantenida por la mañana por Solchaga con el Grupo Parlamentario socialista y por la tarde con alcaldes y dirigentes regionales y nacionales en la sede del PSOE para dejar constancia de que en el partido socialista se está intentando pulsar qué hay de verdad en esta cuestión del número de rectificaciones que al parecer se pueden plantear". El dirigente socialista apeló a que después de estos debates "lo que debe hacer, como colectivo es considerar si esta situación exige algunas normativas complementarlas o diferentes", e incluso subrayó la disposición a una hipotética matización. "El problema no es el te mor [a una reacción de protesta popular], porque los gobernantes no se deben guiar por temores, sino por hacer bien las cosas. Los gobernantes deben escuchar las reclamaciones e intentar atenderlas", añadió.

Por la noche, en un acto público convocado por la Agrupación Socialista de Chamartín, a la pregunta de si creía que una rectificación en esta materia sería el principio del fin de Solchaga, Alfonso Guerra contestó: "Ustedes [por los periodistas] ven muchas películas en los canales privados". Guerra rehuyó dar un plazo para esas posibles rectificaciones, aunque implícitamente aceptó su conveniencia al decir: "Cuando haya que hacerlo, cuando se tenga conocimiento exacto, entonces se tomarán decisiones".