Feminista, sí
Al currículo de Bernárdez, profesora de psiquiatría y docente de médicos y ginecólogos, se añaden una veintena de publicaciones sobre mujer y salud, un manuscrito por publicar sobre psicoterapia femenina y la colaboración en un grupo de investigación en la Universidad de Wellesley (EE UU) -exclusivamente para chicas- sobre el psicoanálisis y los estudios de la mujer. Es inevitable una pregunta: ¿"Feminista?". "Sííí", responde, "es en el feminismo dónde me siento más cómoda, donde me nutro, porque además de la vertiente profesional, surge la política y la social". Por eso, no recuerda ya en cuántos grupos feministas ha estado, en sus 59 años de vida, pero es la presidenta de una institución singular, el Consejo Psicoanalítico de Michigan, que lanza una mirada feminista a la doctrina de Sigmund Freud.
"El psicoanálisis ha sido atacado ferozmente por las feministas por enfatizar la adaptación de las mujeres al sometimiento", recuerda. En el consejo "se forman más mujeres que hombres, se enseña a Freud pero también las críticas feministas a su obra y los puestos de responsabilidad son paritarios entre los sexos". Su paso, hace cuatro años, por la presidencia del Comité de la Mujer de la Asociación Americana de Psiquiatría, sociedad autora de la clasificación de dolencias psiquiatricas más consensuada internacionalmente, implicó que no se se catalogase como enfermedad mental, como pretendían sus colegas masculinos, el síndrome premenstrual (conjunto de molestias -tensión en los pechos, dolor, irritabilidad- que aparecen antes de la regla). "Está por demostrar su existencia como concepto psicopatológico", asegura.
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