La red Gladio consigue que la Democracia italiana cierre filas
El Gladio ha hecho el milagro de unir a la Democracia Cristiana, el partido de mayoría relativa en Italia, desde hace 50 años ininterrumpidamente en el poder, que ayer volvió a reelegir al líder de la izquierda del partido, Ciriaco de Mita, como su presidente. Ha sido siempre una constante el que el partido de De Gasperi cierre filas y olvide todas sus peleas internas cada vez que se ve acosado desde fuera.
Lo anterior sucedió cuando estalló el escándalo de la compañía aérea Lockheed, en el que se había visto involucrado uno de sus mayores líderes de entonces, Mariano Rumor, a quien el asesinado Aldo Moro salvó con un apasionado discurso ante el Parlamento en el que gritó: "No permitiré que la Democracia Cristiana sea juzgada en los mercados".Más tarde volvió a unirse como una piña cuando el escándalo de la Logia secreta P 2 de Licio Gelli obligó a dimitir al entonces presidente de la República, el democristiano Giovanni Leone.
Y ahora, de nuevo, cuando el escándalo de Gladio ha logrado que zozobre la jefatura del Estado, presidida por el democristiano Francesco Cossiga, de la izquierda del partido, también la Democracia Cristiana se ha olvidado de la dura pugna entre De Mita y Andreotti, que obligó al primero a dimitir como presidente del partido y a retirar del gobierno a los cinco ministros de su corriente. Ahora frente al acoso en que se ve la Ballena Blanca (como se conoce popularmente a la Democracia Cristiana), ante el peligro de la caída en enero del gobierno Andreotti, de elecciones anticipadas y la posible dimisión obligada de Cossiga, u Consejo Nacional democristiano, celebrado ayer, ha querido dar en el exterior la imagen de "unidad", y ha llamado a De Mita, el más cercano a los comunistas, para hacerse cargo de la presidencia del partido.
Para la oposición de izquierdas la recobrada unidad "forzada" de la DC es la mejor demostración de que se ve en peligro y que se prepara para rechazar el ataque al que el asunto Gladio la somete y a presentarse ante el país, unida como un solo hombre, como "víctima propiciatoria" de sus enemigos.
Por otra parte la DC se da cuenta de que es urgente cambiar algunas reglas del juego, hacer algunas reformas institucionales, empezando por la ley electoral para hacer frente al peligro de las Ligas regionales que creciendo como la espuma y se preparan para la batalla electoral en el Norte y también en el Sur.
El Presidente del gobierno Giulio Andreotti, que ahora se siente más seguro en su sitio, ha afirmado ante el Consejo Nacional que los comunistas quieren explotar el caso Gladio para darle la puntilla al partido "que desde hace 40 años lleva defendiendo la libertad en este país", y que no es cierto, como afirma la oposición, que la Democracia Cristiana y su gobierno están intentando ocultar la verdad de los misterios acumulados en estos años. El secretario comunista, Achille Occhetto, dijo hace poco que la DC, la eternamente en el poder, era la "mayor responsable" de todos los enjuagues sucios del país y debe tener el coraje, como ha ocurrido en otros países, de hacer una revisión de cuentas.
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