Más condenas y más largas
El número de mujeres en las cárceles españolas aumenta de día en día y, según un informe del Defensor del Pueblo, cumplen cada vez condenas más largas. Esto se debe, en parte, al hecho de que las mujeres han dejado de ser cómplices, para pasar a convertirse en autoras directas de los delitos. Según los datos proporcionados por la Dirección General de Instituciones Penitenciarías, en septiembre de 1987 había 1.619 reclusas. En julio de 1990, el número de internas había aumentado hasta 2.074, entre penadas y, preventivas.
La inquietud de la Fiscalía General del Estado por la situación de los niños en las prisiones es compartida también por algunas mujeres que han vivido directamente lo que la fiscalía describe como "condiciones no deseables", para el desarrollo de los niños. En otros países europeos, donde también está autorizado que las internas puedan llevar consigo a sus hijos, la edad máxima permitida no supera los cuatro años. En Suiza, la ley no permite que los niños estén en las prisiones.
Juan Manzano, psiquiatra especializado en los problemas que presentan este tipo de niños y director del servicio médico pedagógico del cantón de Ginebra (Suiza), califica de "signo de humanidad", el hecho de que la ley española permita a los niños permanecer con sus madres, mientras cumplen condenas. "A partir de los cuatro años, se pueden considerar individualmente los casos, tomando en cuenta la opinión de la madre", dice Manzano. La directora de la prisión de mujeres de Yeserías, Ana Hidalgo, reconoce también que hay que ofrecer otras posibilidades a las madres reclusas y buscar soluciones individuales.
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