La 'generación Mitterrand' manifiesta hoy en París su descontento estudiantil
Decenas de millares de estudiantes de institutos públicos de enseñanza media se manifestarán hoy en París para expresar su descontento por las condiciones materiales en que efectúan sus estudios y su temor a no estar preparados para competir en el futuro mercado laboral. Los organizadores de la manifestación aceptaron la colaboración de miembros de un sindicato policial en su servicio de orden.
La manifestación nacional convocada por las dos coordinadoras que dirigen el movimiento, será el primer "gran examen" de una inédita revuelta juvenil que ya dura un mes.Los estudiantes aceptaron el pasado sábado la ayuda ofrecida por la Federación Autónoma de Sindicatos de Policía (FASP). La FASP había propuesto que los agentes que hoy estén de permiso en París refuercen, vestidos de paisano, el servicio de orden estudiantil. Deseosos de evitar incidentes como los que el lunes de la pasada semana alteraron la "buena imagen" de su movimiento, los estudiantes aceptaron cálidamente el ofrecimiento policial.
Codo con codo, policías y bachilleres mantendrán hoy el orden en la manifestación, en la que participarán jóvenes venidos de toda Francia. Esta colaboración es una gran novedad en la historia de los movimientos estudiantiles occidentales.
"No queremos que las 'bandas de zulús' saqueen comercios como hicieron el lunes pasado en el bulevar Saint-Germain", declaró a EL PAÍS Naser Ramdán, uno de los líderes estudiantiles.
La manifestación partirá a las 14.30 horas de la Bastilla, atravesará el río Sena, se dirigirá por el bulevar Montparnasse hacia los Inválidos y desde allí intentará ganar los Campos Elíseos y, si es posible, el palacio presidencial. Organizaciones de profesores y de padres de alumnos han anunciado su intención de unirse a la marcha, que estará animada por grupos musicales.
Oferta de diálogo
Las dos coordinadoras nacionales -una próxima a "SOS Racismo"; la otra animada por comunistas e izquierdistas- parecen haber superado sus principales divergencias y estar en condiciones de abrir el "diálogo" deseado por el ministro de Educación Lionel Jospin. Éste, que se queja de la "vaguedad" de las reivindicaciones estudiantiles, propone la celebración de una "mesa redonda" y se declara dispuesto a ofrecer a los bachilleres mayores libertades de reunión, expresión y asociación, e incluso, una participación en la gestión de los institutos.Al mes de su nacimiento, los poderes públicos franceses dicen seguir no comprendiendo el movimiento de los bachilleres. Los socialistas hacen verdaderos esfuerzos para que el 80% de los jóvenes de entre 14 y 18 años estén escolarizados, y de hecho el sistema escolar francés produce ya unos 200.000 bachilleres por año. El presupuesto para 1991 del ministerio de Educación -250.000 millones de francos (4,5 billones de pesetas)- supera por primera vez el de Defensa. Su incremento del 9% dobla el previsto para el conjunto de los gastos del Estado.
La oposición de derecha recuerda que lajuventud que ahora sale a la calle nació en la segunda mitad de los años 70 y alcanzó el uso de razón cuando François Mitterrand ya era presidente de la República. Es la "generación Mitterrand", que tanto exaltó la propaganda socialista en la campaña que en 1988 condujo a la reelección de su candidato a la jefatura del Estado. Los manifestantes de hoy, dicen, son "hijos de la izquierda".
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