Indecencia intelectual

El pasado día 10 de octubre me puse en contacto telefónico con el teatro Bellas Artes de Madrid. El motivo no era otro que reservar 56 entradas para que un grupo de alumnas y alumnos del instituto Virgen de la Calle, de Palencia (donde se imparte el bachillerato experimental) asistiera el próximo día 26 a la representación de Amor y quimera de don Perlimplín..., de García Lorca. La fecha elegida por nosotros estaba motivada porque ese día el grupo de estudiantes visitará las instalaciones de EL PAÍS y, de ese modo, podríamos culminar una aceptable jornada cultural. Pero la respuesta del encargado del teatro Bellas Artes no se hizo esperar: "No sabemos cuándo recibiremos a grupos organizados; depende del éxito que tenga la obra. Si acude poca gente, llamaremos a los grupos; si no, éstos deberán esperar unos meses". ¡Pero qué indecencia intelectual tiene uno que ver! El pasado curso, mis alumnas y alumnos fueron felicitados por José Sacristán por su comportamiento en la representación de Las guerras de nuestros antepasados. Por eso no estoy dispuesto a tolerar que un teatro, que recibe subvenciones del Estado, discrimine a los más jóvenes. ¿Es ésta la forma de fomentar el amor por el arte escénico entre nuestros adolescentes? Que baje Federico y lo vea- Instituto Virgen de la Calle.