Leal: "El Estado no es el interlocutor moral adecuado para discutir sobre el fraude fiscal"

El presidente de la Asociación Española de la Banca (AEB), José Luis Leal, afirmó ayer que la política presupuestaria del Gobierno no es tan restrictiva como se esperaba y que "el Estado no es el Interlocutor moral más apropiado para discutir sobre fraude fiscal, puesto que emite pagarés del Tesoro que son fiscalmente opacos".José Luis Leal, quien participó ayer en un ciclo de conferencias sobre la economía española en la Facultad de Económicas y Empresariales de la Universidad de Alcalá de Henares, manifestó que las acusaciones sobre el fraude fiscal en las cuentas innominadas de los bancos "hay que demostrarlas", y no descartó que ,,en algunas sucursales bancarias haya directores que remuneren los llamados talones de cuño", en cuyo caso se mostró partidario de investigar este hecho.

El presidente de la AEB versó su conferencia sobre la situación actual de al economía española y su futuro. Repasó los datos de los indicadores más relevantes de la economía española durante 1990, los cuales. muestran, a juicio de Leal, que se ha producido una desaceleración, aunque no se sabe hasta dónde llega ésta.

Destacó el fuerte incremento en los precios de los servicios durante 1990, en contraposición con el equilibrio de los precios de los productos industriales, por lo que culpó a los primeros del aumento en el IPC. En este sentido, dijo que el sector de la alimentación está frenando el índice de precios.

Sobre los Presupuestos Generales para 1991, criticó el aumento de los gastos de personal y se mostró escéptico ante los ingresos presupuestados en algunas partidas. Para él es necesario reducir más la demanda interna y el déficit exterior por cuenta corriente -"problema básico en la economía española"- porque de lo contrario aumentarán los desequilibrios actuales entre las regiones de España, y entre España y la mayoría de los países comunitarios.

Leal puntualizó que la tasa de creación de empleo -de los últimos años no se va a mantener y que no se fía de las cifras de desempleo oficiales.