Los plaguicidas casan parálisis entre sus usuarios, según un informe médico
Un equipo médico del hospital almeriense de Torrecárdenas, dirigido por el doctor Fernando Yélamo, ha comprobado la existencia de daños neuro-psicológicos entre las personas dedicadas largo tiempo al trabajo en invernaderos, donde es habitual el uso de productos organofosforados como insecticidas. La intoxicación crónica detectada en pacientes revela un deterioro en el sistema nervioso que lleva a la parálisis irreversible.
Entre 1981 y 1986 fueron estudiados 187 casos de pacientes ingresados en el mencionado hospital presentando síntomas de intoxicación aguda, sobre los que se practicó un estudio químico y otro analítico completo. La estadística obtenida a partir de los análisis indicó que los insecticidas tóxicos pueden atacar a todos los sistemas del cuerpo y que algunos de los pacientes que eran dados de alta tras unas semanas de convalecencia eran hospitalizados nuevamente aquejados de parálisis en los miembros inferiores.Esta situación motivó la realización de una prueba sobre 40 trabajadores considerados clínicamente sanos de edades comprendidas entre los 22 y 35 años con el único antecedente común de llevar más de ocho años manipulando insecticidas organofosforados. Tras un primer estudio químico que arrojó datos normales, las pruebas neuro-psicológicas demostraron que el 70% presentaba síntomas de parálisis. Otro grupo de 10 voluntarios de la misma procedencia geográfica pero ajenos a los cultivos reveló en los análisis un cuadro sanitario normal.
Los médicos determinaron que la prolongada exposición a los organofosforados causa una polineuropatía que deriva en parálisis. El equipo médico indica que se debe evitar el prolongado contacto con estos productos además de realizar controles periódicos cada cinco meses para prevenir daños irreversibles en el sistema nervioso.
Síntomas
La intoxicación crónica produce también pérdida de memoria, síntomas de depresión y alteración en el comportamiento. Los primeros síntomas se muestran por dificultades en el paso y dolores musculares, "lo que hace se confunda muy frecuentemente la enfermedad con artrosis o reumatismo", según el doctor Fernando Yélamo.
Yélamo resaltó que los datos obtenidos por el equipo médico del hospital de Torrecárdenas representan un precedente importante en la medicina preventiva por serla primera vez que el índice de Latencia Terminal (TLI, en sus siglas inglesas) sobre repercusión de intoxicaciones en el sistema nervioso había sido aplicado en personas.
Estos datos se han dado a conocer coincidiendo con el inicio de una campaña del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en las zonas productoras de la provincia de Almería para tratar de mentalizar a los agricultores sobre el uso, control y riesgos de los residuos de plaguicidas.
Aunque existen en el mercado más de 10 marcas de plaguicidas, las más comunes son el Metamidozo y Clorpirifo, ambas de importación y que se siguen empleando en Almería pese a que ambas están prohibidas en España.
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