El Gobierno iraquí raciona la gasolina
JUAN JESÚS AZNÁREZ ENVIADO ESPECIAL El Gobierno iraquí decidió racionar la gasolina y los lubricantes para ahorrar los aditivos y componentes químicos utilizados en el refino del crudo. El anuncio, efectuado ayer por Issan Abdul Rahin al Chaladi, ministro del Petróleo en el Gobierno de Sadam Husein, ha sido interpretado como una primera consecuencia del embargo impuesto por la ONU a Irak tras la invasión de Kuwait. El objetivo es economizar las sustancias empleadas en las refinerías y hacer durar las actuales disponibilidades el mayor tiempo posible.
Hasta ahora se han racionado nueve productos: arroz, azúcar, trigo, aceite de cocina, té, jabón, detergente, habichuelas y leche en polvo. Irak dedica grandes cantidades de combustible y lubricantes al mantenimiento operativo de un Ejército de un millón de hombres desplegado fundamentalmente en las zonas fronterizas y en Kuwait.
Un estallido bélico que no tuviera una conclusión fulminante exigiría a Irak el suministro de carburante considerable e ininterrumpido para seguir combatiendo. La orden gubernamental sobre la limitación de gasolina se suma a la progresiva pero no alarmante escasez de otros productos y piezas de repuesto.
No se descarta que el acuerdo anunciado por Bagdad tenga como objetivo colateral confundir a Washington y a los países aliados sobre la eficacia de las sanciones. La creencia occidental de que el aislamiento funciona aplazaría una intervención armada y facilitaría a Sadam Husein un mayor margen de maniobra y el pos¡ble agrietamiento de la liga encabezada por EE UU.
El ministro iraquí del Petróleo informó que la producciónse ha reducido hasta 350.000 o 400.000 barriles, cantidad que se destina a atender las necesidades nacionales. Irak exportaba diariamente 2,8 millones de toneladas de crudo y derivados del petróleo antes de las sanciones del 6 de agosto y las pérdidas, también diarias, se calculan en unos 80 millones de dólares. Este jueves, en lo que se consideró como una operación con intencionalidad política, el Gobierno de Sadam Husein ofreció el barril a 21 dólares y prometió no apremiar su pago hasta que no termine la crisis del Golfo.
Según Abdul Rahim, los hipotéticos compradores deberán preparar el flete del petróleo desde los puertos iraquíes y, en su opinión, esas ventas no vulneran el embargo. No es probable que algún país o compañía petrolera envíe sus cargueros a cruzar aguas controladas por 100 barcos de guerra y radares volantes.
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