Gorbachov y González firmarán una declaración en Madrid para destacar sus coincidencias políticas

I. C. / M. G. El presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, y el jefe del Gobierno español, Felipe González, firmarán una declaración política durante la próxima visita oficial a España del primero, entre, el 26 y el 28 de este mes, según anunció ayer en Chile el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, quien destacó la importancia de ese texto, en el que ambos países subrayarán la coincidencia de sus puntos de vista, sobre todo en torno a la situación internacional. España ha ofrecido a Gorbachov un regalo condicionado: un crédito, con interés casi comercial, por 1.000 millones de dólares (100.000 millones de pesetas).

Fuentes diplomáticas españolas indicaron en Madrid que la declaración política, en la que trabajan ya delegaciones de los dos gobiernos, será similar a las suscritas por Gorbachov en anteriores desplazamientos a otros países occidentales, y servirá para evidenciar la coincidencia de puntos de vista de ambos presidentes en el análisis de la situación internacional.El texto, al que dichas fuentes calificaron de "omnicomprensivo", tendrá un carácter genérico y recogerá tanto el deseo mutuo de incrementar las relaciones bilaterales como la satisfacción compartida por el final de la guerra fría y el inicio de una nueva etapa en Europa presidida por el clima de distensión. También contendrá alguna alusión a la crisis del Golfo, en la que las dos partes reiterarán sus conocidas posiciones, destacando los puntos de acuerdo y eludiendo 'os matices diferenciales, que también existen.

La visita de Gorbachov a España, que se iniciará oficialmente el viernes 26 y concluirá el domingo 28, cuando parta en dirección a París, fue anunciada oficialmente ayer en Madrid por la portavoz del Gobierno, Rosa Conde, al término del Consejo de Ministros, mientras seguían negociándose importantes aspectos del programa. Además de la declaración política, está previsto que durante la visita se firmen una treintena de acuerdos, que abarcan desde la agilización en los trámites necesarios para obtener visado hasta la asistencia judicial.

Condiciones del crédito

Los más importantes son, sin embargo, los acuerdos económicos, que deben impulsar el intercambio comercial entre los dos países, cuyo máximo exponente son las 16 empresas mixtas que ya existen y la decena que están en vías de constitución. El martes 23, setenta y dos horas antes de la llegada de Gorbachov y en los últimos contactos preparatorios entre las dos delegaciones, los soviéticos deberán responder si aceptan la oferta de una línea de crédito, por valor de mil millones de dólares, en condiciones casi comerciales y para la adquisición de productos españoles. "Hasta ahora", señala un diplomático español, "han preferido insistir en su petición de obtener un crédito blando [con un tipo de interés inferior al de mercado] no vinculado a la compra de productos españoles y eso no se lo vamos a poder conceder".

¿No será papel mojado suscribir tales acuerdos con la Unión Soviética, un país descrito a veces como en vías de descomposición? "Contestó a la pregunta con un no rotundo", dice Fernández Ordóñez, "porque seguimos apoyando el éxito de la perestroika y la consiguiente estabilidad de la URSS, vital para la paz". El Gobierno de Madrid pretende que, con ocasión de la visita, sefirme también un acuerdo de protección mutua de i nversiones, similar a los que se han firmado con otros países del Este, como garantía contra una posible nacionalización.

Aunque hace más de un año que se estaba preparando el viaje, los diplomáticos soviéticos y españoles han debido trabajar contra reloj en los últimos días para consensuar el programa, debido a la escasa antelación con que Moscú propuso las fechas definitivas. La primera noticia de la visita de Gorbachov la tuvo Fernández Ordóñez a principios de este mes, durante la entrevista en Nueva York con su colega soviético, Edvard Shevardnadze.

En aquella ocasión, el ministro soviético se limitó a sugerir que el viaje se realizara a finales de octubre y no fue sino hace una semana, según fuentes diplomáticas españolas, cuando se comunicaron las fechas concretas. El Gobierno español aceptó la propuesta, a pesar de que resultaba problemática, ya que obligaba a adelantar el regreso de los Reyes de Suramérica y coincidía con el desplazamiento de Felipe González a Roma, para participar en la cumbre de la CE. De hecho, el jefe del gobierno saldrá de Madrid a mediodía del sábado 27, cuando la estancia de Gorbachov en España se encuentre todavía en su ecuador.

Los acuciantes problemas internos de la URSS explicarían, en opinión de las fuentes consultadas, la decisión soviética de comunicar el viaje con tanta premura de tiempo. Estos inconvenientes han sido, sin embargo, asumidos por el Gobierno español para hacer posible una visita largo tiempo acariciada, que permitirá a Felipe González encontrarse cara a cara con Gorbachov por vez primera desde que en mayo de 1986 viajó a Moscú.