Redondo comunica a Solchaga que no habrá acuerdo de competitividad si no modifica los Presupuestos de 1991

El secretario general de UGT, Nicolás Redondo, comunicó ayer al ministro de Economía, Carlos Solchaga, que su sindicato no aceptará negociar un pacto de competitividad, también denominado pacto social de progreso, si el Gobierno no modifica algunas partidas de los presupuestos de 1991 referidas a gastos sociales, como el fomento del empleo, la cobertura del desempleo y la sanidad pública.Solchaga, que según sus propias palabras intervenía "en nombre del presidente del Gobierno", acudió al encuentro solo, sin la compañía habitual del ministro de Trabajo o de altos cargos de Economía.

El único compromiso que el titular de Economía ha adquirido con la delegación de UGT -formada por Redondo y los dirigentes José María Zufiaur, Apolinar Rodríguez y Emilio Castro- es abrir mesas de negociación para tratar el reparto del trabajo, la ley de salud laboral, la formación profesional y la constitución del Consejo Económico y Social, cuestiones consideradas como "bisutería" por el sindicato.

Aunque la central acepta negociar estos temas, la conclusión de Redondo es que la reunión no ha servido para desbloquear la concertación. El líder de UGT se muestra pesimista.Las peticiones de Redondo iban más lejos, y planteó la necesidad de dar una nueva orientación a la política económica y social del Gobierno, que tenga en cuenta los puntos pendientes de la Propuesta Sindical Prioritaria y la alternativa socialdemócrata elaborada por UGT. Sin ese giro, el máximo dirigente ugetista asegura que "no es posible abordar el pacto de competitividad".

Carlos Solchaga, sin embargo, no considera zanjada esta discusión, y ayer declaró que, aunque no haya acuerdo sobre el método y el calendario, las dos partes deben seguir hablando.

El ministro volverá a convocar a UGT cuando mantenga un encuentro similar con los dirigentes de Comisiones Obreras. Solchaga dijo que "el Gobierno cree que es más necesario que nunca el Pacto Social de Progreso y, si no lo hubiera dificultado el proceso de elecciones sindicales, se debería haber negociado paralelamente a la PropuestaSindical Prioritaria". La UGT advirtió ayer a Solchaga que no aceptará la moderación salarial. El objetivo de la central sindical es que los salarios de los trabajadores y los de los funcionarios crezcan por encima de la inflación, porque, en su opinión, no puede recaer de nuevo en ellos el ajuste.

La Unión General de los Trabajadores propuso ayer al titular de Economía que estudie una previsión realista de inflación para 1991, ya que UGT considera inalcanzable el objetivo gubernamental del 5%.

En materia de pensiones UGT, de común acuerdo con CC OO, pide que se abra una negociación a la hora de elaborar el decreto de revalorización -el incremento del 6,5% les parece una provisión de fondos insuficiente-, así como que la ley de pensiones no contributivas fije esas prestaciones en 28.000 pesetas mensuales para 1991 y en 30.000 pesetas para 1992.