González cree grave la división entre el apoyo político y el rechazo social al envío de la flota
ANABEL DIEZ El presidente Felipe González, que asistió ayer a la Universidad Carlos III de Getafe (Madrid), se mostró "preocupado" por la posibilidad de que las decisiones que se toman mayoritariamente en el Parlamento no estén apoyadas en igual medida por la sociedad. González se refería así a la protesta social que ha provocado el envío de una fragata y dos corbetas españolas al golfo Pérsico preguntándose "cuánta sociedad" está detrás de esa decisión.
González aprovechó este foro universitario para manifestar por primera vez su preocupación por el hecho de que el envío de una flotilla española al conflicto del golfo Pérsico no tuviera el respaldo social que en principio debiera corresponderse al del Parlamento, que se cifra en un 90%. El presidente señaló que aunque nadie cuestione la unidad política europea ni la política cuando llega el momento -de tomar una decisión en virtud de ese proyecto unitario como es el envío de tres barcos se abre un interrogante. "¿Cuánta sociedad hay detrás de esa decisión?"`. "El margen de maniobra político lo conozco porque el apoyo del Parlamento es del 90% pero si la diferencia entre ese 90% político y el apoyo social es grande entonces me preocupa gravemente"`.González quiso también zanjar la polémica sobre la compatibilidad de ser ministro y estar en la ejecutiva del PSOE señalando que "no hay incompatibilidad porque son ámbitos distintos".
El líder socialista dio muestras de no querer internarse en las controversias precongresuales según se desprendió del tono de broma que adoptó para responder a las preguntas de ese ámbito partidista. González se limitó a deshacer el equívoco que produjeron sus palabras del pasado fin de semana. La tesis del presidente es que nada tiene que ver un ámbito con otro "por lo. que no hay incompatabilidad".
González restó importancia tanto a las declaraciones de la ministra Matilde Fernández, miembro de la ejecutiva, al considerar que existía cierta incompatibilidad y la subsiguiente respuesta del titular de Economía, Carlos Solchaga, al señalar que la ministra si pensaba eso debía extraer sus propias consecuencias. "Carlos Solchaga respondió en tono de broma y con gracia a una consideración de Matilde", dijo el presidente. Preguntado sobre si a su juicio la ministra debía dejar algún puesto señaló que no. "Si lo hubiera pensado ya le hubiera pedido que abandonara la ejecutiva cuando la nombré ministra".
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