Comienza la tala de 650 olmos enfermos del Retiro

Los servicios municipales de parques y jardines comenzaron ayer a talar los olmos del Retiro atacados por la grafiosis, los primeros de los 650 que serán arrancados en los próximos meses. La Concejalía de Medio Ambiente invierte 50 millones de pesetas al año en el tratamiento de los árboles enfermos, aunque los medios actuales sólo permiten retrasar su muerte. En el Retiro sólo quedan 136 olmos sanos de los 1.290 censados este año, y en la Casa de Campo aún viven unos 100.000 ejemplares, aunque amenazados por el hongo mortal.

El parque del Retiro parecía ayer un bosque maderero. Los técnicos municipales comenzaron, armados con sierras mecánicas, a talar los olmos podridos a causa de la grafiosis. Fueron los primeros de los 650, algunos centenarios, que caerán en los próximos cuatro meses. En total se arrancará la mitad de los olmos censados en el parque.La enfermedad, a la que de momento no se ha descubierto remedio eficaz, llegó a Madrid hace unos ocho años. Desde entonces, los olmos se han ido secando a causa del estrangulamiento de los vasos provocado por la acción de un hongo. Según el informe del catedrático de Patología José Antonio Rodríguez Barreal, "la situación de los olmos del Retiro es de suma gravedad", por lo que recomendó al Ayuntamiento adoptar "medidas drásticas" y rápidas.

Reserva en la Casa de Campo

El Ayuntamiento de Madrid invierte anualmente cerca de 50 millones de pesetas en prevenir y tratar los olmos que aún quedan con vida. Sólo en la Casa de Campo hay una reserva de 100.000 ejemplares de esta especie.Pero el tratamiento sólo puede retrasar la muerte de los árboles. "Estamos fumigando los ejemplares sanos unas cinco o seis veces al año para combatir los escolítidos [insectos portadores del hongo que taladran la corteza y forman complicadas galerías]", explica Santiago Romero, jefe del departamento de Parques y Jardines. "El tratamiento tiene como objeto alargar la vida de los árboles hasta que se descubra un remedio eficaz contra la grafiosis", afirma. "Lo peor que puede pasar es que se pierda definitivamente la especie".

La desaparición de los olmos del Retiro será en algunos casos difícil de apreciar entre los 40.000 árboles del parque. "Se notará sobre todo en zonas más tupidas de vegetación, como en las cercanías de la plaza del Ángel Caído y en el Parterre, donde hay más concentración de olmos enfermos", explica Romero.

Aunque los olmos serán cada vez más difíciles de localizar, según el informe de Rodríguez Barreal, en seis años la población de olmos en el Retiro ha pasado de 4.033 a 1.290. Los cálculos efectuados por el catedrático apuntan que sólo 136 ejemplares de esta especie están a salvo de la enfermedad.

Los ejemplares talados serán sustituidos por otras especies arbóreas, entre las que estará otra clase de olmo, el llamado pumila o siberiano, que presenta más resistencia a la enfermedad que está acabando con la especie en todo el mundo.