Las cuentas secretas son una práctica bancaria generalizada, según varias circulares confidenciales
La utilización de cuentas secretas como nuevo sistema para captar dinero negro es una práctica muy extendida entre las entidades financieras, según se desprende de las numerosas circulares confidenciales de los bancos a las que ha tenido acceso este periódico. La mayoría de estos documentos son instrucciones sobre la forma de evitar que estas operaciones sean descubiertas por el Banco de España y Hacienda, según fuentes sindicales. En otros casos ordenan la anulación de registros o la protección de clientes importantes. El dinero negro captado por esta vía asciende a 200.000 millones, según la Administración.
Una de las instrucciones más reiteradas es la que fija las normas para evitar que estas operaciones sean detectadas por las autoridades. Así, por ejemplo, una circular interna de un importante banco ordena: "No se confeccionará la comunicación de rendimientos y saldos a final de año con destino a los titulares de estos contratos, ni se facilitará ningún tipo de información oficial".En otro punto, esta circular establece: "Tanto los ingresos como las disposiciones [reintegros] de este producto deberán efectuarse en efectivo. Si el cliente entregara cheques u otros documentos para su abono en este tipo de contratos, previamente habrán de convertirse en efectivo. Asimismo, las disposiciones serán en efectivo".
Es sorprendente la naturalidad con que se hace referencia al dinero negro en algunos documentos internos. Así, en una comunicación entre directivos de otro banco se afirma: "En cuanto a dinero procedente de la sociedad XX, (se refiere a una filial del banco) le he indicado que esto no es dinero blanco. Que todos los pagarés de la sociedad XX que están venciendo ahora hasta el 31 de mayo, son dinero negro".
Discriminación de clientes
La publicación del Real Decreto 2526, el 12 de diciembre de 1986, que establecía la obligación de las entidades financieras de presentar una relación anual a Hacienda de las operaciones efectuadas con terceras personas provocó el pánico entre los bancos y cajas que habían operado con primas únicas y cesiones de crédito. Estas entidades, que habían captado por este sistema alrededor de dos billones de pesetas de dinero negro, habían garantizado a sus clientes que la información sobre estas operaciones no se entregaría a Hacienda.
Al día siguiente de publicarse este Real Decreto, un banco emitió una circular en la que daba las siguientes órdenes: "Convendría informar de lo anterior -se refiere al Decreto- a clientes muy significativos que pudieran tener complicaciones fiscales como consecuencia de la realización de estas operaciones al efecto de ofrecerles la posibilidad de rescatar las pólizas".
La circular añade: "no difundir, de momento, a las Organizaciones esta información para evitar interpretaciones erróneas o actuaciones precipitadas que pudieran causarnos problemas".
Borrar los registros
Otro documento confidencial se refiere a las formas de proteger a los titulares de primas únicas. En primer lugar se propone cancelar las operaciones de estas personas, amparándose en cierta interpretación del decreto según la cual no hay obligación de informar de las operaciones canceladas en el propio ejercicio.
Pero "de manera excepcional y para casos muy limitados, la compañía de seguros XX puede anular de sus registros esta operación. La garantía de opacidad fiscal, en este caso es total".
"Es muy importante que hagan saber a la clientela el servicio que el Banco les presta con esta actuación que trata de protegerles en la medida de lo posible, ante futuras contingencias fiscales".
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