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15.374 toxicómanos atendidos en los servicios de urgencia en 1989

El 16% de los 15.374 toxicómanos atendidos en los servicios de urgencia en 1989 llegaron a los hospitales esposados por la policía, según los datos recogidos por el Sistema Estatal de Información sobre Toxicomanías (SEIT). "Esto significa la presencia de 2.500 personas esposadas, con la tensión que este hecho provoca entre los pacientes y el personal de guardia en los servicios de urgencia", según Santiago de Torres, del Plan Nacional sobre Drogas.

Los datos recogidos por el SEIT ofrecen por primera vez un retrato detallado de la población toxicómana española autonomía por autonomía. De Torres señala como hecho más destacado con respecto al año pasado el descenso de la mortalidad por sobredosis en Barcelona. En 1989 murieron en total 455 personas por reacción aguda a opiáceos o cocaína en Barcelona, Bilbao, Madrid, Sevilla, Valencia y Zaragoza. De esas defunciones, 75 se produjeron durante el primer semestre en la ciudad condal. Esa cifra se ha reducido, para el mismo periodo de este año, a 46 fallecidos. Santiago de Torres relaciona ese descenso con la puesta en marcha de un programa por parte del Ayuntamiento de Barcelona, aunque matiza que "hasta que pasen cuatro o cinco años no se podrá hacer una evaluación definitiva". Básicamente consiste en formar a la policía así como a los propietarios de fondas y pensiones para que puedan atender en un primer momento a los afectados por una sobredosis. Con este objetivo se han distribuido en las pensiones 8.000 folletos explicando qué medidas tomar. Idéntica información llevan consigo, en una tarjeta plastificada, los policías junto con un aparato que reinstaura la respiración de los afectados mientras acude una ambulancia.Por otra parte, el área de Salud Pública del Ayuntamiento de Barcelona se mostró ayer extremadamente cauta a la hora de valorar el descenso en la mortalidad súbita por ingestión de drogas y manifestó taxativamente que los servicios municipales no atribuyen "a nada en concreto" ese descenso, según informa Milagros P. Oliva desde Barcelona. Las medidas de prevención en la población de riesgo, entre las que se incluye la colaboración de la Guardia Urbana en la atención inmediata a las víctimas, pueden haber contribuido a salvar algunas vidas, pero no explican el descenso de los dos primeros trimestres. "Debemos ser sumamente cautos, porque no está claro que el descenso se consolide. De hecho, en el tercer trimestre del año hay un nuevo incremento", manifestó ayer Rodolfo Hoyuelos, del departamento de Toxicomanías.

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