El Prado expone los cuadros que Cambó donó para completar las colecciones españolas

El mecenas Francesc Cambó sabía qué vida habían llevado los personajes de los cuadros de su colección, mantenía con ellos diálogos de amante y conocedor de arte, según se desprende de sus notas personales, y al final, cuando partió al exilio argentino, pidió y obtuvo permiso para llevarse algunos de esos cuadros con el objeto, dijo, "de que le hicieran compañía". Los 60 cuadros de la colección Cambó se exhibirán desde hoy, hasta Navidad, en el Museo del Prado, y a partir de enero, en la Fundación Caja de Pensiones de Barcelona.

Desde el comienzo la colección Cambó fue creada para ser cedida y completar las lagunas de las colecciones del Prado y de] Museo de Cataluña, principalmente en arte del Renacimiento italiano. Cambó lo explicaba así en un discurso ante las Cortes en 1935: "Yo os digo que no soy el único que realiza esta labor [de coleccionar arte en España]; pero en cuanto a mí, puedo manifestaros que, desde el tiempo en que, más el azar de las circunstancias que mis propios méritos puso en mis manos una fortuna de alguna consideración, yo creí que tenía que repartirla en vida y que tenía que repartirla, principalmente, en atenciones culturales, y una de las preocupaciones mayores de mi espíritu fue la de conseguir apra España un complemento a lo que es en pintura la colección formidable del museo del Prado".

Botticelli y Zurbarán

Lo cierto es que el político catalán, fundador del partido de la Liga Regionalista, reunió una colección que no sólo complementaria la del Prado, sino constituiría una de sus principales columnas: entre los ocho cuadros que Cambó cedió al Prado en vida figuran los célebres Botticelli que suponen uno de sus principales atractivos, un Goya insólito por ser mitológico y dos célebres bodegones de Zurbarán.

La colección que a partir de hoy se exhibe en el Prado (con el patrocinio de la Fundación Caja de Barcelona, Petromed, los Amigos del Museo y la Fundación para el apoyo de la cultura), omite cuatro cuadros de sus fondos originales: Ángel músico, atribuído a Melozzo da Forlí, y retirado del Prado hace años; La virgen con el Niño y Ángeles, supuestamente de Filippo Lippi, y falso del siglo pasado; Santa Águeda, atribuida a Luini, rechazada por repintada, y, según reveló el yerno de Cambó, Ramón Guardans, un pequeño retrado de Franz Haals que desapareció tras la guerra y difícil de recuperar pues existen muchos cuadros de este tipo.

La historia de la colección Cambó es breve e intensa. Creada desde 1927 hasta la guerra de España -el importante grupo de primitivos italianos viene de la venta en Berlín, en 1929, de la colección Spiridon-, los cuadros que se encontraron en su casa de Barcelona al comenzar la guerra sufrieron graves daños. Varios cuadros, y entre ellos dos retratos de Cambó por Zuloaga, habían sido fusilados.

Parte de la colección fue depositada en un museo de Lausana, donde se quedarían hasta. Su muerte, en 1947. Exiliado en Buenos Aires desde 1940, envió a por nueve de los cuadros de España, y en esa fecha donó al Prado algunas de sus obras. En su testamento, Cambó legó 50 obras al museo de Cataluña, y algunas otras a familiares y amigos.