Bush consulta el posible uso de la fuerza militar
El presidente de Estados Unidos, George Bush, ha iniciado una serie de reuniones privadas con miembros de Congreso para conocer la opinión de los legisladores sobre el uso de la fuerza en el golfo Pérsico y saber por adelantado los problemas políticos con los que se podría encontrar en caso de un conflicto armado con Irak. Bush también está utilizando estas reuniones para conseguir el apoyo del Congreso ante un posible inicio de las hostilidades contra Sadam Husein. El presidente mantiene este tipo de entrevistas desde el pasado 14 de septiembre con los legisladores más influyentes de las dos cámaras.
Durante estos encuentros del presidente y los congresistas, los ayudantes de Bush han explicado las posibilidades reales que existen de que estalle una guerra en aquella zona de Oriente Próximo y los posibles escenarios bélicos. Uno de ellos, según ha revelado The Washington Post, sería un ataque aéreo norteamericano a Kuwait, mientras carros de combate e infantería saudí penetrarían en ese país, hoy en poder de las tropas iraquíes.En las reuniones que ha mantenido el presidente se ha tratado también sobre la disputa que existe en este país desde la guerra de Vietnam sobre la autoridad constitucional del presidente como comandante en jefe de las fuerzas armadas y su poder para poder declarar una guerra sin la aprobación o conocimiento previo del Congreso. Los legisladores se han cansado de atribuir el fracaso en Vietnam a las prisas del presidente Lyndon Johnson en declarar la guerra en 1964.El fantasma de Vietnam
Bush, que conoce este punto de vista, ha tratado de hacer entender a los legisladores con los que se ha entrevistado que una hipotética guerra con Irak sería una "aventura compartida", y que en ningún caso declararía la guerra sin tener en cuenta la opinión del Congreso. En este sentido, Richard Cheney, secretario de Defensa, ha declarado que, si hay guerra, "es importante que el Congreso apoye todas nuestras iniciativas", y que, en caso de conflicto, la mejor decisión "la puede tomar el presidente".
Algunos de los legisladores que se han entrevistado con el presidente han expresado su preocupación de que sea EE UU el que inicie el conflicto, y se han mostrado partidarios de que se agote todo el tiempo necesario para conocer si las sanciones económicas impuestas por las Naciones Unidas pueden solucionar el conflicto sin necesidad de intervenciones militares.
A las reuniones de Bush con los congresistas también han asistido Cheney y el jefe de la Junta de Jefes de Estado Mayor, el general Colin Powell.
Por su parte el Pentágono ha informado que Irak desarrolló un arma capaz de desatar una ola devastadora similar a la que podría desencadenar una pequeña explosión nuclear en un área de varios kilómetros de diámetro.
El explosivo, conocido como combustible- aire, es particularmente eficaz contra las bases aéreas, campos petroleros y tropas en campo abierto, según expertos militares. A diferencia del arsenal de armas químicas y biológicas, no existe la posibilidad de desplegar una defensa preventiva contra el arma. "No es un arma de la variedad habitual", dijo Henry SokoIski del Pentágono, según Los Angeles Times.
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