Gorbachov cree que no habrá guerra

ÁNGELES ESPINOSA / R. FERNÁNDEZ En un nuevo intento por conseguir la salida de sus conciudadanos de Irak, el presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, ha enviado a Bagdad a Yevgueni Primakov, su principal consejero en política exterior la degradación en las relaciones bilaterales motivada por la retención de los soviéticos contrasta, sin embargo con las declaraciones hechas ayer por Gorbachov al recibir a un enviado del sultán de Omán. "No creo que haya guerra", aseguró el líder soviético, a la vez que insistía en la necesidad de una solución política.

Primakov, que llegó ayer a la capital iraquí procedente de Ammán, espera entrevistarse con el .presidente Sadam Husein, aunque ninguna fuente soviética ha podido precisar si le entregará algún mensaje personal de Gorbachov. Según las informaciones difundidas por la agencia oficial de noticias iraquí, Ina, la visita estará consagrada a "un intercambio de puntos de vista sobre la situación en la región". En Moscú, un portavoz de Exteriores fijó hace unos días en 5.174 el número de ciudadanos de la URSS que permanecen bloqueados en Irak y se quejó de la "lentitud" con que se les provee de visados de salida.El hecho de que Moscú se haya visto obligado a enviar a uno de los más cercanos colaboradores de Gorbachov para resolver ese asunto indica para algunos analistas que las relaciones entre los dos países se están volviendo cada vez más difíciles. Primakov es un experto en Oriente Próximo, fruto de su trabajo como director del Instituto de Economía y Relaciones Internacionales, donde se forman los diplomáticos soviéticos.

. De acuerdo con la agencia de noticias Reuter, Primakov habría prometido al líder palestino, Yasir Arafat, con el que se entrevistó anteayer en Ammán, que la URSS no intervendrá en la región en caso. de un eventual conflicto. Esta información fue recogida en medios árabes y choca, en principio, con el discurso pronunciado ante la ONU por el jefe de la diplomacia soviética, Edvard Shevardnadze. El ministro aseguró entonces que su país creía cada vez menos en la posibilidad de un compromiso político por parte de Bagdad y que participaría en una eventual operación militar de la ONU.

Mientras tanto, en Ammán, y con la liberación de sus nacionales también como uno de los principales objetivos, el primer ministro japonés, Toshiki Kaifu, se entrevistó ayer con el primer viceprimer ministro iraquí, Taha Yasín Ramadán, quien reiteró que Irak "prefiere la guerra a la capitulación".

Kaifu, que se encuentra en Jordania en el marco de una gira de siete días a la región, rechaza la idea de relacionar la crisis del Golfo con los otros problemas de Oriente Próximo. Esta actitud le distancia mucho de su interlocutor, pero, a pesar de "las divergencias", Tokio se ha declarado dispuesto a proseguir el diálogo con Bagdad. La entrevista con Ramadán, de la que Kaifu no ha sacado resultados concretos conocidos, ha sido la primera de un alto funcionario de un Gobierno del bloque occidental con un responsable iraquí.

El día anterior, el embajador chileno en Ammán, Nelson Hadat, logró del virtual número tres iraquí la promesa de liberación de los siete chilenos que permanecían retenidos en Bagdad.