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Cambiar las drogas por el trabajo

El Centro de Integración del Drogodependiente de la UGT en Villaverde busca en la actividad continua del toxicómano la salida a su adicción

Luz Sánchez-Mellado

"Estar siempre entretenido". En estas tres palabras, sencillas en apariencia, cifra Antonio, de 28 años -toxicómano durante los tres últimos-, la fórmula que le ha permitido decir un adiós que espera sea definitivo a jeringuillas y papelinas. Este mecanismo lo ha aprendido Antonio en el ,Centro de Integración del Drogodependiente que la UGT ha instalado en Villaverde. Allí, desde el pasado mes de enero, más de 100 personas han iniciado el peculiar tratamiento que ofrece el primer centro de Europa fundado por un sindicato.

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Lo que más llama la atención al llegar al Centro de Integración del Drogodependiente que la UGT ha instalado en el distrito de Villaverde es el rótulo que preside la entrada al local.En las antípodas de los Centros de Atención al Drogodependiente del Ayuntamiento o los centros de rehabilitación de toxicomanías de la Comunidad, que se cobijan en el conjunto de otras instalaciones cívicas o camuflan su verdadera dedicación en una ininúscula placa, un cartel luminoso se encarga de pregonar en el barrio el tipo de actividad que allí se realiza.

"No dudamos ni un momento en hacer público nuestro trabajo en el barrio, sin temor á ningún tipo de rechazo por parte de los vecinos como sucede en otros sitios de Madrid, porque esta zona está tan castigada por la droga que los residentes comprenden este tipo de centros y están deseosos de que haya el mayor número posible de ellos para intentar erradicar esta lacra de sus casas". Mercedes Pereira, psicóloga y coordinadora de este centro,y los drogodependientes que acuden a él no tienen que bregar con el recelo del distrito."Es más", continúa Pereira, ,,estamos situados en medio de un centro comercial y nunca hemos recibido la menor queja. La gente viene aquí a rehabilitarse y no a causar problemas al vecindario".Una de las primeras conclusiones que han obtenido los integrantes del equipo de atención de la UGT es que, en'contra de la creencia generalizada, los demandantes de sus servicios de integración son, en su mayoría, personas con trabajo. El 50% de los toxicómanos que han tratado confiesa tener un puesto de trabajo legal, mientras que otro 7% está empleado de alguna forma en la economía sumergida, y sólo el 43% está en el paro.El programa de integración ,empieza desde el momento mismo en que el toxicómano requiere la ayuda. "Aquí no hay listas de espera", señala la coordinadora; "en cuanto llegan, dependiendo.de si siguen consumiendo droga o no, o bien les animamos aempezar la desintoxicación -solos o con ayuda médica externa- o, en el caso de que ya hayan pasado por el mono, empezamos directamente nuestro tratamiento".

Abstinencia estable

El único requisito que se exige en el centro- es la abstinencia estable. "Podemos consentir una recaída esporádica, pero no una dinámica de lo tomo, lo dejo que puede perjudicar al resto de las personas que forman los grupos de autoapoyo", dice Pereira. Saber enfrentarse a una entrevista de trabajo, realizar cursillos de formación profesional, o, incluso, tramitar bajas laborales para que los interesados puedan pasar el mono sin perder su trabajo son algunos de los recursos que facilitan en este centro a los toxicómanos. Sus familias reciben desde la primera reunión la indicación de que hagan respetar la disciplina doméstica y les obliguen a participar en los quehaceres del hogar.

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Sobre la firma

Luz Sánchez-Mellado
Luz Sánchez-Mellado, reportera, entrevistadora y columnista, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y publica en EL PAÍS desde estudiante. Autora de ‘Ciudadano Cortés’ y ‘Estereotipas’ (Plaza y Janés), centra su interés en la trastienda de las tendencias sociales, culturales y políticas y el acercamiento a sus protagonistas.

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