El fiscal reclama 70 millones para una niña accidentada en Galerías Preciados
El fiscal solicitó ayer el pago de un indemnización de 70 millones de pesetas para una niña de seis años, María Paz Martín Romero, a la que se amputó parte del pie derecho por un accidente en las escaleras mecánicas de los almacenes Galerías Preciados de Barcelona. El fiscal, al igual que la acusación particular, sostiene que el accidente es una falta de imprudencia por parte de Galerías y de la empresa Zardioya-Otis, encargada del mantenimiento y revisión de la escalera.
Las empresas demandadas negaron cualquier responsabilidad en el juicio celebrado ayer en el juzgado de primera instancia número 31 de Barcelona. El accidente tuvo lugar en los almacenes de Galerías Preciados de la avenida Diagonal, de Barcelona, el 10 de enero de 1987. La niña descendía por las escaleras mecánicas,, en compañía de sus padres, cuando la estructura mecánica de un peldaño, de la escalera cedió, atrapándole el pie derecho entre el lateral del mecanismo y el peldaño.En esa posición, la niña fue arrastrada tres o cuatro metros, hasta que la escalera fue parada de forma manual. El pie de la pequeña se introdujo de tal manera en el mecanismo que no pudo ser sacado hasta la llegada de los bomberos que tuvieron que utilizar gatos hidráulicos.
Alteraciones anímicas
Como consecuencia del accidente, la pequeña ha sido sometida a diversas operaciones para la amputación de tres dedos del pie y para realizar trasplantes de piel. Los médicos que le atienden se ñalaron que María Paz deberá ser sometida a más intervenciones quirúrgicas hasta los 21 años. La niña tiene dificultades para caminar, con una ligera cojera, además de una profunda cicatriz. Estas lesiones y el contínuo tratamiento médico-quirúrgico han provocado que la niña padezca alteraciones anímicas.Tanto los representantes de Galerías Preciados como de Zardoya-Otis declinaron cualquier responsabilidad. Según ellos, las escaleras mecánicas eran revisadas mensualmente y en diciembre de 1986, un mes antes de producirse el accidente, no se observó ninguna anomalía en el mecanismo, ni en el funcionamiento.
Sin embargo, uno de los peritos que declaró en el juicio afirmó que se trataba de una escalera antigua y que se produjo un fallo por desgaste. Añadió que fue este fallo el que ocasionó un espacio de tres o cuatro centímetros entre el lateral y los peldaños, hueco en el que quedó atrapado el pie de la niña.
Por el contrario, en opinión de un perito de Zardoya-Otis, el accidente fue provocado por una mala posición de la niña en la escalera. La familia de la pequeña que ha ejercido la acusación particular, solicitó una indemnización de 84 millones de pesetas.
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