La guerrilla salvadoreña mira a Estados Unidos

La ola mundial de cambios llega también a las húmedas montañas de uno de los más convulsionados países de América Latina. La guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) propone la desaparición de todo ejército en El Salvador y garantiza el respaldo a un sistema político basado en el pluralismo político, las elecciones libres y la economía de mercado.

Shafick Handal, un destacado dirigente de la organización, intenta estos días en Nueva York hacer llegar el mensaje a representantes de la Administración norteamericana.La diplomacia de Estados Unidos se ha interesado discretamente por las probabilidades de obtener lo antes posible un acuerdo en El Salvador que evite al Gobierno de George Bush el desgaste de buscar cada año en el Congreso la aprobación de más de 500 millones de dólares de ayuda militar para el más pequeño país centroamericano.

El comandante Shafick Handal, dirigente del partido comunista de El Salvador desde hace 40 años y líder guerrillero desde el comienzo de la guerra civil en ese país, estará hasta mitad de la presente semana en Nueva York, tras haber obtenido, por primera vez en la historia del FMLN, el visado por parte de las autoridades norteamericanas. El FMLN quiere convencer al Gobierno norteamericano, según explicó en México la comandante Ana Guadalupe Martínez, de que no tiene nada que temer por la posibilidad de que los guerrilleros salvadoreños lleguen al poder en elecciones democráticas.

"Es absurdo pensar que nosotros queremos derrocar al actual Ejército para construir otro de acuerdo a nuestro modelo. ¿De dónde íbamos a sacar las armas para ese Ejército? ¿Qué país nos podría ayudar?", se pregunta la dirigente guerrillera.

Presionar a Cristiani

Lo que el FMLN pretende, según esta misma fuente, es que Estados Unidos presione al presidente salvadoreño, Alfredo Cristiani, a fin de que "saquen del Ejército a unos 20 coroneles", que son los que aparecen más claramente implicados en actos de represión ocurridos en El Salvador en los últimos años.A cambio de eso, la guerrilla salvadoreña está dispuesta a otorgar a Washington "todo tipo de garantías sobre el sistema político" al que aspiran.

Las mayores garantías, a juicio de la comandante Guadalupe, se basarían en la abolición de las Fuerzas Armadas, para que no pudiera repetirse la amenaza que en su día supuso el Ejército sandinista, y la adopción de un sistema político similar al de los vecinos centroamericanos.

La concesión del visado a Shafick Handal -oficialmente para reunirse la pasada semana con el secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar- es interpretada por los dirigentes guerrilleros como "una buena señal" por parte de EE UU.El FMLN cree que la idea de un país desarmado y democrático ha calado ya en algunos sectores de la empresa privada salvadoreña, con los que los guerrilleros se reunieron recientemente en México, pero falta por vencer la resistencia de los actuales jefes militares. Para hacer frente a la cúpula del Ejército la guerrilla busca la colaboración de EE UU, al mismo tiempo que mantiene la presión militar.