El sindicato quiere retomar la concertación

La central socialista quiere recuperar la concertación con el Ejecutivo en los próximos días, aunque reconoce que las perspectivas negociadoras son claramente negativas "porque el Gobierno insiste por enésima vez en el control salarial como panacea de todos los males". Para UGT ahora más que nunca es necesario retomar el diálogo, ampliando los contenidos de la Propuesta Sindical Prioritaria para repartir los frutos del crecimiento y conseguir reducir los desequilibrios sociales.Objetivos que el sindicato considera contrarios al ajuste indiscriminado anunciado por el Gobierno "que se limita a amenazar a los ciudadanos con un empobrecimiento lineal, para quienes a duras penas han conseguido mantener su poder adquisitivo y para quienes han aumentado exponencialmente su volumen de beneficios".

No está de acuerdo con lo que considera visión interesada del Gobierno, que pretende ampararse en la crisis del Golfo para ocultar el fracaso de su política económica, anunciando un nuevo ajuste conservador. La central propone la búsqueda de la eficacia económica una vez que las medidas de enfriamiento tomadas no han hecho más que agravar la situación y, sin conseguir los objetivos propuestos en la reducción de la inflación y el déficit exterior, ha disminuido el crecimiento y ha creado las condiciones para el aumento del desempleo.

UGT niega que sean dramáticos los efectos de la crisis del Golfo y cree que supone simplemente un aumento de los precios del petróleo a niveles hoy por hoy manejables. Según su opinión, lo importante es cómo se traslada a los precios y en consecuencia es un problema de reparto. Su previsión es que la subida del petróleo no tiene porque provocar una recesión ya que las reservas son diez veces superiores a las de los años setenta; la factura energética ha disminuido en torno al 18%-20% por la baja en la cotización del dólar. "Es el alarmismo injustificado e interesado", afirma, "el que puede generar expectativas de depresión, al lanzar un mensaje paralizante a la sociedad con consecuencias peligrosas para el empleo". La central reprueba que el Gobierno, hace escasos meses, haya cambiado el sistema de cálculo de los precios de los productos derivados del petróleo, reservando sus ingresos mientras que las oscilaciones las soportan los consumidores finales.

La situación actual, a juicio de los autores del informe de la central, que será presentado al Gobierno y a los grupos parlamentarios, no puede ser tratada como la crisis de 1973, ya que entonces en las economías occidentales había un práctico pleno empleo y una caída en los beneficios, mientras que ahora las empresas están saneadas y son elevadas las tasas de paro y los niveles de precarización en el empleo (el 29,8%).