La mayoría de la oposición se alineó con el Gobierno

EL PAÍS Los partidos de la oposición, a excepción de Izquierda Unida, Herri Batasuna y Euskadiko Ezkerra, apoyaron ayer la actitud del Gobierno español en el conflicto del golfo Pérsico, aunque reprocharon al Ejecutivo su demora en la explicación al Parlamento y mostraron su preocupación por las consecuencias económicas de la crisis. El portavoz de HB, Jon Idígoras, interrumpido por el presidente del Congreso, Félix Pons, por rebasar el tiempo fijado, concluyó su intervención, en la que llamó "impresentable" a Sadam Husein, en los pasillos de la Cámara.

El presidente del Partido Popular, José María Aznar, adelantó incluso su apoyo a otras medidas que el Ejecutivo pueda adoptar en el caso de que se agrave el conflicto Aznar dijo que está convencido de que el modo de conseguir una solución pacífica es asegurar el cumplimiento del embargo y el bloqueo impuesto a Irak. El líder del PP reprochó al Gobierno no haber explicado suficientemente la posición española a los ciudadanos y recurrir a una "justificación vergonzante".Aznar recriminó a González haber eludido una exposición de las repercusiones económicas para España de la actual crisis y culpó al Gobierno de agravar el coste económico.

Aznar recordó al Ejecutivo que había desatendido los ofrecimientos del PP para concretar un pacto que asegure la competitividad de la economía. El líder del PP renovó su oferta.

El líder de Izquierda Unida, Julio Anguita, recordó las consecuencias que para España ha tenido su permanencia en la OTAN y pidió el "regreso inmediato" de la flotilla española. Anguita manifestó que IU apoya una acción que obligue a Irak a retirarse del territorio kuwaití, "aunque siempre bajo bandera y resolución de la ONU".

Anguita se alineó con las resoluciones de la ONU pero también exigió que ese organismo exija a Israel la retirada de los territorios ocupados.

Llamada a la negociación

Jon Idígoras inició en euskera su primera intervención parlamentaria para precisar después, en castellano, que su presencia en la Cámara obedecía a querer transmitir "un mensaje de paz, entendimiento y solidaridad". Pese a sus fuertes críticas al Gobierno, Idígoras dijo que su grupo rechaza la invasión y añadió que en ningún caso iba a defender a un personaje "impresentable" como Sadam Husein. Idígoras en su intervención señaló que el envío de fuerzas militares rompe la neutralidad de España y sitúa a este país junto a "la piratería intervencionista".

Idígoras, increpado por Félix Pons por sobrepasar el tiempo establecido, concluyó su intervención en los pasillos del Congreso pidiendo a Felipe González que abandone la postura militarista. Idígoras -cuyo compañero Ángel Alcalde fue suspendido ayer de sus derechos parlamentarios- aseguró que al abandonar el hemiciclo se dirigió a González para decirle: "Vamos a volver".

El diputado de HB insistió en la negociación con ETA, "no sólo necesita una negociación el pueblo palestino o el del Kurdistán, el pueblo vasco quiere un proceso de negociación y nosotros lo apoyamos".

A la intervención de Idígoras siguió la del diputado andalucista Alejandro Rojas Marcos, quien desautorizó a HB por dirigir tales mensajes cuando a la vez "ampara los crímenes de ETA". En ese momento los dos diputados de HB, Idígoras e Itziar Aizpurúa, abandonaron el hemiciclo. Rojas Marcos criticó el envío de soldados españoles a la zona de conflicto. La misma posición fue expresada por el portavoz de Unión Valenciana, Vicente Gómez Lizondo; Joseba Azcárraga, de Eusko Alkartasuna, y Koro Garmendia, de Euskadiko Ezkerra. Luis Mardones, de las Agrupaciones Independientistas Canarias y José María Mur, del Partido Aragonés, también miembros del Grupo Mixto, apoyaron la postura gubernamental.