El control del tráfico de armas

Cualquiera que sea su resultado, la crisis del Golfo ya ha mostrado la urgente necesidad de un control más fuerte sobre las exportaciones de materiales estratégicos a los países en vías de desarrollo. (...) La cuestión más difícil es cómo organizarlo. No sólo se requiere la colaboración de la URSS y de China, sino que también implica decisiones delicadas sobre qué es exactamente material delicado, a quién se le debe negar y cómo tratar amistosamente a los países que, como Brasil, están implicados en el comercio de armas. (...) Lo primero es elaborar una lista de productos y sistemas restringidos. (...) Se tendría cuidado de incluir solamente productos y procesos directamente relacionados con el armamento nuclear y químico. (...) Preferiblemente, esta lista debe restringirse a los países relativamente avanzados dirigidos por regímenes inestables o brutales, o a los que, de hecho o en potencia, pueden verse envueltos en conflictos regionales importantes. (...)Teniendo en cuenta la atracción del comercio de armas, los controles no serán efectivos a menos que haya un grado de presión suficiente. Incluso entonces quizá sólo se consiga lentificar el progreso de la capacidad nuclear y química del mundo en desarrollo y hacerlo más caro. Aun esto es preferible a la situación actual, en la que ciertos países en vías de desarrollo pueden adquirir fácilmente la capacidad de destruir a sus proveedores.

4 de septiembre