La OIEA estudia los incidentes ocurridos en centrales nucleares de Checoslovaquia y la RDA

Expertos de ocho países y de la Comunidad Europea (CE) han iniciado una reunión consultiva y preparatoria para una conferencia sobre la seguridad de los reactores atómicos de modelo soviético que operan aún en la Europa del Este. Después de años de silencio en la época comunista, en los últimos meses se han publicado informes alarmantes sobre la seguridad de los reactores, en la prensa de Checoslovaquia y de la República Democrática Alemana (RDA).La conferencia, organizada por la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) con sede en Viena, comenzará el 10 de septiembre y se prolongará por una semana. Se intentarán buscar medidas de seguridad coordinadas para los reactores nucleares WWER-440-modelo inicial-230. De este antiguo tipo de reactores, distintos al de Chérnobyl, existen cuatro en la Unión Soviética, cuatro en Bulgaria, cuatro en la RDA y dos en Checoslovaquia.

Todos estos países, exceptuando la Unión Soviética, invitaron a una comisión de expertos del OIEA para examinar la seguridad de sus reactores. Participarán en la conferencia representantes de Bulgaria, Checoslovaquia, Finlandia, Francia, RDA, Unión Soviética y Estados Unidos.

Las consultas de Viena, que comenzaron el lunes y terminan mañana, se dedicarán especialmente a intercambiar información sobre estudios realizados tras los incidentes ocurridos en la central atómica de Greifwald, en la RDA, y Bohunice 1 y 2, en Checoslovaquia.

Este tipo de reactores exportados por la Unión Soviética a los países del ex bloque socialista carecen de sistemas de seguridad en caso de terremoto. Bohunice, en Checoslovaquia, está sólo a 100 kilómetros de la frontera con Austria y después de que expertos checos en energía atómica afirmaran que Bohunice carece de "los mínimos estándares de seguridad", la ministra de Medio Ambiente austriaca, Marilies Flemming, apeló a las autoridades de Praga para que cerraran esa planta nuclear. Según el pre-, sidente checoslovaco Vaclav Havel, su país "no puede permitirse el lujo de prescindir en este momento de la energía atómica". En toda Checoslovaquia hay ocho unidades de reactores y abastecen un 28% de la energía eléctrica.

La central nuclear de la RDA Greifwald ha tenido serios incidentes y los expertos la llaman "la ruleta rusa". Según estudios realizados, el techo del reactor no está construido de material que pudiera protegerlo de accidentes aéreos; las placas de ventilación se abren cuando sube la presión y emiten radiactividad; las cañerías para el agua de alta presión se han resquebrajado y en el interior hay una corrosión visible; el sistema de enfriamiento para emergencias es inaccesible e Incluso no existen los planos de construcción de dicho reactor; y las medidas de seguridad tomadas para el personal que allí trabaja han sido catalogadas como "una catástrofe".

Es probable que esta central sea cerrada después de la unificación de las dos Alemanias y cuando las condiciones de seguridad de los reactores situados en el ex país del bloque socialista tengan que adecuarse a los estándares de la República Federal Alemana (RFA).