El Gobierno no excluye que González informe al Congreso

Los representantes del PSOE en la Diputación Permanente bloquearon ayer la convocatoria de un pleno extraordinario solicitado por IU y el Grupo Mixto para debatir la crisis abierta por la invasión de Kuwait por Irak. Pero la insistencia de toda la oposición obligó al Gobierno a anunciar que comparecerá ante el Congreso en el pleno ordinario del 11 de septiembre y que la información requerida podría ofrecerla el propio Felipe González. Tanto en la Diputación Permanente como en la Comisión de Asuntos Exteriores, que se reunió por la tarde, la oposición coincidió en criticar al Ejecutivo por no haber informado puntualmente a la opinión pública sobre el envío de barcos de guerra al Golfo, pero los partidos, salvo IU, apoyaron esa decisión.

Pese a ver derrotada por la mayoría del PSOE su propuesta de celebración de un pleno monográfico, Izquierda Unida y el Grupo Mixto tuvieron en la reunión de la Diputación Permanente la compensación moral de haber forzado al Gobierno a acudir a un pleno del Congreso. Después de escuchar las críticas de la oposición sobre los tardíos reflejos del Gobierno a la hora de contar con el Parlamento, el ministro para las Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero, anunció que el Ejecutivo solicitará incluir en el pleno ordinario del 11 de septiembre un apartado de información "sobre todos los aspectos referidos a la crisis del Golfo".Zapatero añadió que no descarta que dicho informe lo presente personalmente el presidente del Gobierno. Aznar, que se había reunido horas antes con Felipe González, apuntó que su impresión personal y su deseo es que el presidente comparecerá ante el pleno.

Aznar, al igual que el portavoz de su grupo, Rodrigo Rato, planteó la necesidad de que Felipe González "ejerza con vigor el liderazgo que le corresponde" a la hora de conseguir que la opinión pública española respalde y sea partícipe de las decisiones del Gobierno. Según Aznar, en la reunión se habló fundamentalmente del conflicto.

26 días después

La reunión de la Diputación Permanente -el órgano de gobierno del Congreso durante sus vacaciones- permitió que la crisis llegara a la Cámara, 26 días después de producirse la invasión iraquí de Kuwait. La totalidad de los grupos recordaron que, de no haber sido por la insistencia de IU y del Grupo Mixto, el Gobierno no habría convocado para el mismo día a la comisión de Asuntos Exteriores. Éste fue elprincipal argumento del portavoz socialista, Miguel Ángel Martínez, para rechazar la celebración de un pleno extraordinario. Martínez admitió la gravedad de la crisis, pero sostuvo que, dentro de la disponibilidad absoluta del Gobierno a informar, la comisión de Asuntos Exteriores era el órgano adecuado.Sus argumentos fueron rebatidos por el portavoz de IU, Nicolás Sartorius, quien censuró que no se haya hecho partícipe al Congreso de una decisión tan trascendente como,la de enviar una expedición militar. Reiteró Sartorius la firme oposición de IU a esta medida, que se tomó, aseguró, antes de que la ONU autorizara el uso de la fuerza.

Sus tesis se vieron apoyadas por el portavoz suplente del Grupo Mixto, el valencianista Joan Oliver, quién se quejó de la marginación informativa a que les ha sometido el Gobierno.

Los demás grupos expresaron su respaldo a la participación de España en el embargo a Irak, aunque, con distintos matices, criticaron la actitud gubernamental. Rodrigo Rato, del PP, señaló que el hecho de que el Gobierno "tenga que ser arrastrado" al Parlamento no se corresponde con el liderazgo que debe jugar ante la sociedad. Añadió que sería una irresponsabilidad poner en peligro el consenso mayoritario que existe desde 1986 sobre política de seguridad.

Miquel Roca, de Convergéncia i Unió, expresó su apoyo "total y pleno" a las medidas tornadas por el Gobierno.

Por la tarde, Narcís Serra y Francisco Fernández Ordóñez, ministros de Defensa y Asuntos Exteriores, expusieron sus puntos de vista en, la Comisión de Exteriores. Fernández Ordóñez destacó que el Gobierno español no estaba obligado a enviar barcos por pertenecer a OTAN, la CE o la UEO. "Es una decisión propia de España para proteger, no sólo los intereses comunes, sino sus propios intereses".

Para el titular de Exteriores, "no se trata de una opción entre la paz y la guerra", sino justamente de lo contrario: "Hacer lo posible para evitar la guerra".

El ministro de Defensa, insis tió en la "misión de paz" que llevan los tres buques españoles, que constituyen la denomínada Agrupación Bravo. Serra informó que, en el futuro, el grupo Alfa puede estar formado por otras unidades. De entrada, según explicó, el plazo previsto de permanencia de la fragata y la ,dos corbetas concluirá en ' no viembre próximo. "No vamos a combatir, sino a cooperar con otros países", dijo.

En sus intervenciones, los representantes de los grupos parlamentarios mantuvieron idénticos argumentos a los registrados en la Diputación Permanente.