El juez de Mataró paraliza el auto que permitía a una mujer elegir el sexo de su futuro hijo

El titular del Juzgado número 2 de Mataró, José Antonio Córdoba, ha admitido a trámite el recurso presentado por la Fiscalía de Barcelona contra el auto que autorizaba a Esperanza Martín Cornejo, de 43 años y madre de cinco hijos varones, a elegir el sexo de su futuro hijo. Al mismo tiempo ha paralizado la ejecución de la sentencia dictada por él mismo el pasado 2 de agosto hasta que el Tribunal Superior de Cataluña mantenga o revoque el auto. En declaraciones a Radio Nacional, Esperanza Martín aseguró ayer: "Me encuentro muy animada y estoy dispuesta a llegar hasta el final si es necesario". El abogado de la demandante presentará esta misma semana un recurso contra la decisión del juez.

José Antonio Córdoba ha decidido dejar en suspenso su reso lución anterior "para evitar la contradicción que podría originarse si la Audiencia de Barce lona revocase el auto y, mien tras tanto, Esperanza Martín se hubiese sometido ya a las técnicas de reproducción asistida para quedar embarazada", según él mismo admitió ayer.El juez subrayó, sin embargo, que su decisión no supone un replanteamiento de los fundamentos por los que autorizó la elección de sexo, ya que continúa manteniéndose firme en la resolución que dictó a principios de agosto.

La admisión del recurso fiscal, a juicio de Córdoba, es una medida cautelar "para evitar que un futuro fallo de la Audiencia quedase en el.vacío" "No quisiera que [Esperanza Martín] quedara embarazada y, posteriormente, el Tribunal Superior revocara la resolución inicial, porque se crearía un perjuicio irreparable", añadió el juez.

Responsabilidad

José Antonio Córdoba ha explicado que con esta actuación "se dilata la oportunidad de que Esperanza Martín se someta a la inseminación artificial hasta que se pronuncie la Audiencia de Barcelona". Al quedar en suspenso el auto de autorización, afirmó Córdoba, si la demandante intentara realizar la inseminación artificial incurriría, junto con el médico que se la practicara, en responsabilidad administrativa.Mario Gómez, abogado de Esperanza Martín, presentará un récurso de reposición contra la decisión del juez esta misma semana, según informaron fuentes del gabinete del citado letrado. El recurso se fundamenta en que la decisión del juez Córdoba vulnera, entre otras leyes, la propia Constitución española. En un comunicado hecho público, Gómez insta a los tribunales para que recapaciten sobre la demanda: "Si no lo hacen, mi clienta se verá obligada a desplazarse fuera del país para practicar la inseminación artificial".

Esperanza Martín dijo ayer a Radio Nacional que se siente "muy animada y dispuesta a llegar hasta el final, si es necesario". La mujer añadió que ha recibido muchas adhesiones que la empujan a seguir adelante con su proyecto.

Martín es malagueña y está casada desde hace 25 años. Tiene cinco hijos varones- el primogénito, de 24 años; dos mellizos, de 22, y los pequeños tienen 13 y 3 años, respectivamente.

El fiscal Marcial Vinyoli, que acudió ayer al juzgado de Mataró junto con el teniente fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Alejandro del Toro, calificó de "fenomenal" la decisión del juez Córdoba, "porque se hubiera producido una situación contradictoria si la Audiencia hubiese revocado el auto del juez y, mientras tanto, la mujer engendrara". Vinyoli manifestó también que la ley sobre Técnicas de Reproducción Asistida "es muy vaga y deja muchos matices en blanco".

Medida prudente

Por otra parte, Leopoldo Ortega Monasterio, uno de los dos médicos forenses de la Audiencia de Barcelona autores de un dictamen favorable a que Esperanza Martín pudiera elegir que su sexto hijo sea niña, declaró a Efe que la decisión del juez José Antonio Córdoba "es una medida prudente, ya que es preferible esta resolución antes de que el embarazo sea irreversible".Ortega Monasterio añadió que el Tribunal Superior de' Justicia de Cataluña debería resolver con prontitud el tema, "dado que Esperanza Martín se encuentra en la edad límite biológica para tener un hijo y si tarda un año en resolverse el asunto, la mujer habrá perdido el tren".