Bush da tiempo a la mediación de Pérez de Cuéllar
Estados Unidos ha decidido dar una oportunidad a la gestión mediadora del secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, antes de intentar nuevas presiones contra Irak, a condición de que toda negociación lleve implícita la retirada de las tropas iraquíes de Kuwait. Pérez de Cuéllar se reunirá el próximo jueves en Ammán con el ministro de Asuntos Exteriores de Bagdad, Tarik Asís. Entretanto, Washington decidió ayer la expulsión de 36 de los 55 miembros que integran el personal diplomático y auxiliar de la Embajada de Irak en Estados Unidos, con reacción a la retención de sus nacionales por el régimen de Sadam Husein. Según revelaron ayer funcionarios del Pentágono no identificados, Bagdad ha cancelado las severas instrucciones cursadas la semana pasada a los capitanes de su flota mercante de negarse a aceptar cualquier intimidación para detenerse.
La nueva orden es que se detengan y se sometan a una inspección si son requeridos para ello por la Marina norteamericana. La decisión iraquí, que la pasada semana había amenazado con ejecutar a cualquier capitán de su marina mercante que obedeciese las órdenes de los barcos de guerra norteamericanos, se produjo a las 24 horas de que el Consejo de Seguridad de la ONU adoptara una resolución autorizando el uso de fuerza mínima para poner en vigor el embargo comercial impuesto por la organización internacional.En el plano militar, el cerco en torno a Irak se estrechó ayer aún más con el anuncio por parte de Qatar de que está dispuesto a recibir fuerzas extranjeras "procedentes de países fraternales y amigos" en su territorio. Según informó el emir de Qatar, el jeque Jalifa bin Hamad al-Thani, el emirato, "como miembro del Consejo de Cooperación del Golfo, de la Liga Arabe y de las Naciones Unidas, ha decidido conceder facilidades militares a varios países amigos con el fin de que puedan llevar a cabo los objetivos especificados en las resoluciones [de la ONU]".
La Casa Blanca reaccionó positivamente a la oferta de mediación del secretario general de la organización internacional, pero el portavoz de la Casa Blanca, Marlin Fiztwater, subrayó que toda negociación debe estar basada en las seis resoluciones aprobadas por el Consejo de Seguridad, que exigen la retirada incondicional de Kuwait y la liberación de los extranjeros retenidos contra su voluntad en territorio iraquí. "Esperamos que las conversaciones [de Pérez de Cuéllar] se centren en torno a las relaciones de Naciones Unidas y dentro del contexto de una retirada inmediata, completa e incondicional de Kuwait", dijo Fitzwater.
[El secretario de la ONU discutirá con Asís en el marco de las resoluciones 660 y 664 del Consejo de Seguridad, informó anoche el presidente en ejercicio de ese organismo, Dragos Munteanu. La resolución 660 condena la invasión y exige la retirada iraquí de Kuwait; la 664, exige la liberación de los extranjeros retenidos y la anulación del cierre de las embajadas].
Varios frentes diplomáticos
Los esfuerzos mediadores abiertos en varios frentes -el rey Hussein y el presidente de la Organización para la Liberación de Palestina, Yasir Arafat, realizan por su parte gestiones dentro del contexto árabe- fueron rechazados, sin embargo, el domingo por la primera ministra británica, Margaret Thatchet, para quien no es posible negociar "con un dictador y un tirano", como describió al presidente iraquí, en un léxico parecido al utilizado por la dirigente conservadora para referirse a los miembros de la junta militar argentina durante el conflicto de las Malvinas.
Por su parte, el Departamento de Estado anunció ayer la expulsión de 36 miembros del personal de la Embajada iraquí en Washington, incluidas las siete personas que componen la agregaduría comercial. La portavoz del Departamento, Margaret Tutwiler, anunció, igualmente, que el Gobierno norteamericano restringiría la libertad de movimientos del resto del personal de la representación diplomática iraquí -otras 19 personas- a un radio de 40 kilómetros en torno a Washington. La orden de expulsión no afecta a ningún miembro de la delegación iraquí en Naciones Unidas.
El secretario de Estado en funciones, Lawrence Eagleburger, convocó a su despacho al embajador iraquí, Mohammed al-Mashat, para protestar enérgicamente por la negativa iraquí a permitir la salida de Irak de tres hijos de diplomáticos norteamericanos de Kuwait que intentaban cruzar a Turquía con un convoy integrado por 55 familiares del personal diplomático estadounidense en el emirato.
Por su parte, The New York Times propuso ayer en un editorial una salida negociada del actual conflicto. incluiría la retirada total e inmediata de las tropas iraquíes de Kuwait y el sometimiento de sus reclamaciones territoriales sobre el emirato al arbitraje del Tribunal Internacional de Justicia; establecimiento de un Gobierno provisional en Kuwa¡t para decidir el futuro del país; y destrucción por parte de Irak de todas sus armas químicas; continuación por tiempo indefinido del embargo a la venta de armas y material militar a Bagdad, y establecimiento de una fuerza intemacional, bajo el control de la ONU, en Kuwait y Arabia Saudí.
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