Homenaje a una generación
La plaza Porticada acogió la noche del viernes a la Orquesta Sinfónica de Madrid, dirigida por José Ramón Encinar, para rendir homenaje a Carmelo Bernaola, Cristóbal Halffter y Luís de Pablo. Quizá la intención del director de los ciclos, José Luis Ocejo, fue la de evocar la importante aventura de la generación a la que pertenecen los tres autores: la que denomino de 1931, compuesta por los nacidos entre 1924 y 1938. No habría estado mal, entonces, sumar algunos otros nombres, más aún cuando lo verdaderamente interesante y casi inédito en la música española contemporánea reside en la existencia de un amplio colectivo creador de gran nivel, antes que en la excepcionalidad de un par de figuras como en tantas otras ocasiones históricas.Los tres compositores elegidos poseen valor de cabezas de fila, aunque las obras ahora interpretadas no representan plenamente la originalidad de su pensamiento y el talante de su lenguaje. Se trata de música sobre otras músicas, uso tan viejo en la historia que no precisaba de la previa ejemplificación de Stravinski en su Monumentum sobre Gesualdo, bastante mal tocado, por cierto.
Luis de Pablo, en su Elefantes borrachos, trata un motete de Victoria en forma libérrimamente personal: el abulense vale como punto de partida y nada más. El resto es puro Luis de Pablo en aquellos anos.
En Abesfiak, Bernaola aborda los pentagramas, el ser y el ambiente de Juan de Anchieta, el músico vasco de los Reyes Católicos y familiar de san Ignacio de Loyola. La heterofonía característica de Bernaola y la grave polifonía del renacentista de Azpeitia se enfrentan y coordinan sin que falten alusiones al país común del evocado y del evocador.
Un Tiento de Cabezón y una Batalla imperial, de Cabanilles, sirvieron a Cristóbal Halffter para componer su homenaje al músico y mecenas suizo Paul Sazuer, en su 80º aniversario. El gran impulso rítmico, el gusto por las grandes sonoridades y la capacidad por la poética íntima y religiosa, son datos propios de Halffter resumidos en un díptico de éxito inmediato, aun cuando, a pesar de la minuciosidad y competencia que Encinar pone siempre en juego, su visión de la página halffteriana me parece mucho más contenida y bastante menos explosiva que la mostrada por el propio Halffter cuando la dirige. Se trata de una cuestión de criterios que no resta nada a los méritos mantenidos por Encinar y la Sinfónica a lo largo de todo el programa.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.