Berlín prepara la unificación de sus museos

En el mundo internacional del arte no hay puesto más comprometido en este momento que el de Wolf Dieter Dube, que ha sido director de los museos de Berlín Occidental desde 1983. En cuestión no de meses sino de semanas, él y sus colegas tanto en Berlín Este como en el de¡ Oeste tienen que aprobar un plan general para la unificación de los museos berlineses. Se prevé una nueva redistribución general de los fondos de los museos, que de momento están duplicados y dispersos, y se construirán otros nuevos que llenen los vacíos que queden en su patrimonio artístico.

Al final de la II Guerra Mundial los museos berlineses, tal como sucedía con toda la ciudad, estaban en estado de caos y desamparo. Desde entonces muchos de ellos han permanecido en una situación de descalabro legitimizado. Pero el nuevo plan ya está parcialmente delineado y después de las próximas elecciones nacionales será presentado al nuevo Gobierno de la Alemania unida.El primer propósito será la conclusión de un complejo museístico en Berlín Occidental, que empezó a ser debatido en 1962 y en el que ya se han invertido 110 millones de dólares (algo más de 10.000 millones de pesetas). En él se incluye un museo de artes decorativas (ya abierto al público), una gran biblioteca y una galería y estudio para grabados y dibujos.

Pero también incluirá algo que Dube considera indispensable: una gran galería de arte para pinturas de antiguos maestros europeos, con una nave especial para escultura. Sin embargo, aunque la galería de pintura está diseñada hasta el último centímetro, no podrá empezar a ser construida hasta que no se le asigne oficialmente el dinero.

Ningún plan de esta magnitud, proyección y potencial permanencia puede complacer a todo el mundo. "Es la primera vez que nuestros colegas del Este se han sentado en la misma mesa con nosotros como seres humanos libres e independientes", comenta Dube. "Pero si estamos negociando con 29 museos y 200 conservadores, hay puntos en los que no todos llegan a coincidir", afirma Wolf Dieter Dube.

Mientras tanto, el "descalabro legitimizado" no es una expresión exagerada para describir a los museos berlineses. Existen dos museos de antigüedades clásicas, dos museos egipcios, dos galerías nacionales, dos museos de artes decorativas, dos colecciones de objetos prehistóricos y dos museos postales.

Como resultado de la II Guerra Mundial se han dado miles de situaciones anómalas. Las colecciones fueron divididas por razones de seguridad o por accidentes de guerra, y fueron luego acaparadas por cualquiera de las cuatro fuerzas de ocupación que las encontrara antes.

Lo que encontraron los soviéticos fue llevado a Moscú y Leningrado, pero eventualmente volvió a Berlín Este, y ahora se está negociando incluso la devolución de otras obras desde la capital rusa para los museos berlineses. Lo que encontraron los norteamericanos fue la base de la exposición Antiguos maestros europeos del Dahlem Museum en Berlín Oeste.

"No tenía que haber sido así", dice Dube, "pero Hitler estaba obsesionado con la idea de que una evacuación de las obras de arte significaba, hasta cierto punto, el darse por vencido antes de la victoria final.

Cuando, finalmente, accedió a ello, en marzo de 1945, la guerra casi había terminado y había un caos total en Berlín".

Con la unificación todas las colecciones de antes de la guerra pueden volver a reunirse, cada una bajo su propio techo.

Incomunicación

El homólogo de Dube en Berlín Este, Gunther Schade, también es un activo participante en este plan. Hasta que el muro cayó en 1989, estos Dube y Schade apenas podían telefonearse entre sí. Se encontraban en conferencias internacionales, y hablaban. Ambos estaban convencidos de que llegaría el día en que el muro cayera. "Eso pensábamos, y era nuestro deber estar preparados".Para desenmarañar los líos administrativos, geográficos y de conservación, será necesaria una labor colosal. Mientras tanto, los nuevos complejos museísticos -cuando estén terminados- se encontrarán a poca distancia de tres grandes centros culturales de la posguerra: la Galería Nacional (diseñada por Mies van der Rohe), el Auditorio de la Filarmónica y la Biblioteca Estatal (ambas diseñadas por Hans Charoun). Otro proyecto en curso es la transformación de la estación ferroviaria de Hamburgo (1845-1847), en desuso, en un museo de arte contemporáneo que reunirá obras de Beuys, Judd y Warhol, entre otros.

De momento, dos de los proyectos de nuevos museos para Berlín Oeste han sido revisados. El proyecto Museo Histórico de Alemania, que iba a construir el arquitecto Aldo Rossi, ha sido anulado. Sin embargo, sí se construirá el Museo Judío, como ampliación del Museo de Berlín, encargado al arquitecto Daniel Libeskind.