Irak exige cerrar en 4 días las embajadas en Kuwait

Irak lanzó ayer un ultimátum a todas las representaciones diplomáticas extranjeras en el ocupado Kuwait para que cesen sus actividades. Las embajadas disponen hasta el próximo viernes para cerrar sus locales y trasladar sus efectivos a Bagdad, la capital iraquí. Esta medida coincidió con el anuncio del despliegue de tropas norteamericanas en los Emiratos Arabes Unidos (EAU). Con una celeridad inusitada, Washington respondió así a la petición implícita hecha la noche anterior por el Gobierno de Abu Dabi, que en un comunicado hizo pública su aceptación del despliegue sobre su territorio de "fuerzas árabes y amigas".

"En el curso de mi visita a, Abu Dabi he tenido la posibilidad de saludar a las tripulaciones de los aviones que transportan a los C-130 que operan a partir de aquí", declaró a media tarde de ayer el secretario norteamericano de Defensa, Richard Cheney. La palabras del alto funcionario, que se dirigía en la capital del emirato al grupo de periodistas que le acompaña en su gira por cuatro países del Golfo, se recibieron como una prueba de que las tropas estadounidenses son ya operativas en los Emirltos.Cheney había anunciado por la mañana la llegada de sus soldados, sin señalar una fecha determinada, ni otros detalles sobre el tipo de fuerzas.

El secretario norteamericano se felicitó de la decisión tomada por los EAU, que se convierten así en el segundo Estado del Golfo que admite la presencia militar estadounidense en su territorio. Hasta ahora, sólo Arabia Saudí ha recibido tropas de Washington, aunque algunas fuentes sin confirmar se han hecho eco de su paso por Bahrein, con toda seguridad camino de Dahran.

Los Gobiernos de Abu Dabi, Doha y Manama solicitaron ayuda militar a Egipto tras la cumbre árabe de El Cairo del pasado día 10. Este país inició también ayer el envío de fuerzas militares a los EAU, que han estado desde los prolegómenos de la actual crisis del Golfo en el punto de mira de Irak, cuyo régimen acusó, junto a Kuwait, de estar superando las cuotas de producción de, crudo establecidas por la OPEP.

Del mismo modo que Irak ha estrechado el cerco sobre los ciudadanos occidentales que retiene en su territorio, la vigilancia de que se cumple el embargo comercial contra ese país empieza a ahogar a su Gobierno. Por un lado, las pérdidas que le ha ocasionado hasta ahora alcanzan los mil millones de dólares, según fuentes económicas de la zona que principalmente atribuyen esa cifra a la ausencia compradores para su petróleo. Por otro, el Gobierno de Bagdad volvió a dar cuenta ayer de que otros dos barcos suyos resultaron interceptados en aguas del golfo Pérsico.

El incidente con los navíos Al Baya y Al A bed fue al parecer doble, según informó a la agencia oficial de noticias, INA, el ministro de Transporte, Mohamed Hamsa.

El ultimátum

El sábado día 25 concluye el plazo dado en el ultimátum iraquí para que se cierren todas las embajadas en Kuwait. La decisión de que las sedes extranjeras fueran cerradas cuanto antes ya se dio a conocer el pasado 9 y fue recordada ayer por un portavoz del Ministerio iraquí de Exteriores. Para las autoridades de Bagdad, se trata de una consecuencia lógica de la fusión de su país con el emirato en un solo Estado. El portavoz iraquí advirtió a los funcionarios que no obedecen sus instrucciones que al expirar el plazo, dentro de cuatro días, perderán su estatuto diplomático y serán tratados "como los ciudadanos extranjeros ordinarios".

Las autoridades iraquíes han prevenido a sus nacionales contra el alojamiento de extranjeros en sus domicilios sin informar de ello a las instancias competentes. En una emisión de La Voz de las Masas, captada por las agencias de noticias en Nicosia, una fuente del servicio de inmigración amenazó ayer con "graves sanciones" a los iraquíes que se atrevan a contravenir estas normas. Aunque el funcionario que hizo la advertencia no mencionó a los kuwaitíes, sus palabras parecen incluírles ya que desde elánuncio de la fusión con Kuwait Bagdad no reconoce más que una sola nacionalidad. A este respecto resulta curioso constatar que en la prensa iraquí de ayer no se recogía el punto quinto del mensaje del día anterior de Sadam Husein, en el que se refería a la solución "del asunto de Kuwait" en un marco árabe.

Horas antes de que se conociera este nuevo paso del régimen de Husein, un británico que logró huir de Kuwait había declarado que los grupos de resistencia organizados en el interior estaban dispuestos a ayudar y esconder a los extranjeros atrapados dentro del país. En este punto las infor maciones son contradictorias. En tanto que algunos escapados dan datos sobre una oposición activa a las tropas iraquíes por parte de la población, otros relativizan estas acciones.

Así, un profesor universitario kuwaití de 44 años, al que pudo entrevistar ayer en Dubai la agen cia France Presse, citó la realiza ción de emboscadas nocturnas ataques con bombas e, incluso, acciones no violentas. "Atacan vehículos del Ejército, hacen explotar coches iraquíes y matan a sus soldados", relató, sin querer dar su nombre por temor a represalias contra sus familiares. A consecuencia de esta resistencia, las tropas ocupantes han disparado sobre al menos dos grupos de manifestantes en Kuwait City. Tres mujeres y un joven de 19 años habrían muerto así.

Testimonios de egipcios que han regresado de Kuwait, confirman el desarrollo de marchas de protesta. "Hubo una manifestación el sábado pasado [por el día 11] formada por unos 2.000 kuwaitíes que repetían eslóganes en apoyo de la familia Al Sabj", contó a EL PAÍS Husein Ali Jamis. "Les dispersaron con ases lacrimógenos primero, y con disparos después, pero yo no vi morir a nadie", concluyó.

Ibrahim Ali Ibrahim, uno de los que primero logró salir del emirato, insistía en que "los egipcios están, bien y los iraquíes no nos han tratado mal". Su mujer aseguró no conocer a "la resistencia popular kuwaití".

Congregación

Irak ordenó el pasado domingo a los residentes "occidentales y australianos" que se congregaran en tres grandes hoteles de Kuwait, el Internacional (ex Hilton), el Meridien y el Regency. A continuación Sadam Husein ofreció canjear su libertad por la retirada de las tropas norteamericanas de la región y el fin del embargo económico contra su país.

Desde entonces, ha ido dejando salir con cuentagotas a ciudadanos de ciertos países que él considera menos hostiles hacia su régimen. Así, asiáticos -a excepción de japoneses-, argentinos, suizos, suecos, austriacos o portugueses son esperados hoy en Jordania.