El MOPU proyecta construir una presa en una zona del valle del Tiétar protegida por el lcona

El proyecto de¡ Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU) de construir un embalse en Monteagudo, en el cauce del río Tiétar al sur de la sierra de Gredos, supondrá la destrucción de uno de los dos últimos enclaves de bosque de llanura que quedan en España y una grave amenaza para la fauna de esta área, según un informe elaborado por el Instituto para la Conservación de la Naturaleza (leona). La zona afectada por el embalse, incluida en el Inventario Nacional de Áreas Importantes para la Vida Silvestre del leona, está declarada como de especial protección para las aves por la CE.

La zona inundada de llevarse a cabo el proyecto afectaría a los términos municipales de Navalcán y Oropesa, en Castilla-La Mancha, y al de Arenas de San Pedro, en Castilla y León, ubicándose el previsto muro de la presa en la confluencia de los ríos Tiétar y Guadyerbas.Este área supone en la actualidad, junto con el madrileño monte de El Pardo, el último ejemplo de bosque de llanura en el interior de España. Además, estudios realizados por las cátedras de Ecología de las universidades Autónoma y Complutense de Madrid avalan la existencia en dicha zona de más de 280 especies animales, muchas de ellas amparadas por diversas leyes y convenios internacionales suscritos por España.Asimismo, el Icona tiene clasificado a Monteagudo como hábitat crítico, con vistas a la conservación del águila iperial, la cigüeña negra y la grulla común, y está previsto en los inventarlos de espacios natura les a proteger referentes tanto a Castilla-La Mancha como a Castilla y León, que sea declarado parque natural.

Un responsable de La Confederación Hidrográfica del Tajo, organismo dependiente del MOPU y encargado de realizar este proyecto, justifica el embalse de Monteagudo "por la creación de 25.000 nuevas hectáreas de regadío en Oropesa y otras zonas mal suministradas por el embalse del Rosarito" y "por el aprovechamiento hidroeléctrico, el control de avenidas en el río Tiétar y la po tenciación del desarrollo turís tico de la zona".Juan Torres Cerezo, ingenie ro Jefe del proyecto, explicó a este periódico que "el proyecto ha sido realizado desde el punto de vista técnico exclusivamente; ahora habrá que ver lo que dice el estudio de impacto medio ambiental". En su opinión, "los cultivos de tabaco de Tabacalera en la zona serán sus principales beneficiarios".

Impacto medioambiental

La empresa que ha proyectado el embalse, Internacional de Ingeniería y Estudios Técnicos (Intecsa), es también la encargada de llevar a cabo uno de los estudios de impacto medioambiental en base a los cuales "se establecerá la conveniencia o no de realizar el proyecto", según explica el ministro de Obras Públicas y Urbanismo, Javier Sáenz Cosculluela, en una carta de contestación a Cristina García-Orcoyen, secretaria general de Adena, y a Manuel Fernández García, de la Federación de Amigos de la Tierra (FAT).

Ambas organizaciones conservacionistas encabezan la oposición a este polémico proyecto hidráulico decidido por la Administración central, cuya paralización también ha sido solicitada al propio presidente del Gobierno, Felipe González. En opinión de Manuel Fernández García, de la FAT, "resulta alarmante constatar en 1990 que nuestras administraciones públicas continúen planteándose actuaciones de semejante magnitud en lugares ya catalogados como de importancia ecológica destacada. ¿Es que no se puede invertir el método, descartando previamente de los proyectos estas zonas de interés conservacionista protegidas por acuerdos internacionales?"

Tanto para Adena como para la FAT, el embalse de Montegaudo, se ha concebido en realidad "para garantizar el regadío de zonas extremeñas colindantes, afectadas por anteriores proyectos de colonización que han resultado un fracaso económico". Para ambas organizaciones hablar de regadíos para la zona de Oropesa es una maniobra para no soliviantar los ánimos de los municiplos toledanos afectados, algunos de cuyos ayuntamientos, como el de Navalcán, se oponen al embalse. Éste causará la destrucción de nidos y encames de cría de linces, águiles imperiales y cigüeñas negras, y sumergirá uno de los últimos sectores de río bien conservado que quedan en el corazón de la Península (con notable cantidad de nutrias) junto con 15 yacimientos arqueológicos.