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FERIA DE MÁLAGA

Ortodoxia y populismo

José Antonio Campuzano ha recobrado la confianza en sí mismo. Pero también unos modos de torear que hace tiempo parecía tener perdidos. José Antonio llevó a cabo dos faenas de muleta para los aficionados. No hizo ninguna concesión a la galería. Quizás si la hubiera hecho hubierta cortado más trofeos. Pero el toreo no es cuestión de cantidad sino de calidad y creo que la afición debe agradecerle a Campuzano la seriedad. También deberían tenerlo en cuenta los empresarios, aunque quizás éstos sean más sensibles a la estadística apendicular.La ortodoxia fue la nota dominante en la labor de José Antonio. Citaba con la muleta adelantada, siempre en su rectitud, cargaba la suerte, embarcaba en la panza, acompasada la velocidad de la muleta a la del toro, jugaba admirablemente la muñeca en el remate. En ambos toros toreó de esa guisa con las dos manos. Los de pecho fueron auténticamente obligados, consecuencia de que se había agotado el terreno para dar el siguiente. Ni una sola vez repitió los de pecho en cadena, tan al uso de hoy, y tan contrario a la auténtica razón de ser de esta suerte. No hubo ni un zapatillazo. Sí hubo medida en las faenas. No las alargó, a lo que tan proclive era el de Gerena. Les entró a matar por derecho. Al primero, citando a recibir, aunque casi resultó al encuentro. Al segundo, al volaplé. Fue un repaso del canon. Quizás para que hubiera calado más le faltó algo de sentimiento, de aroma.

Murteira / A

J. Galán, J. A. Campuzano, ManiliToros de Murteira Grave, de aceptable presentación y buen juego. Antonio José Galán: media (petición y ovación con saludos); media (oreja y petición de la segunda). José Antonio Campuzano: estocada (oreja); estocada (oreja). Salió a hombros. Manili: estocada (ovación); tres pinchazos, estocada (palmas). Plaza de La Malagueta, 19 de agosto. Dos tercios de plaza.

Populismo

La antítesis de la ortodoxia fue la labor de Antonio José Galán. Si el malagueño se dedicara a la cosa pública seguro que se le encasillaría entre los políticos populistas. A mitad de la faena del cuarto toro decidió ofrecer su labor a los tendidos del sol, y allí se llevó el toro, con claro gesto oferente. Aprovechó mucho el viaje en los redondos, le recetó hasta cuarto pases de pecho seguidos, gesticuló al máximo, arrojó dos veces los trastos. ¡Un maestro en el enardecimiento de las masas! Al primero lo toreó con escaso temple y citando con la muleta oblicua. Terminó con pases por alto de espaldas mirando al tendido. No dio la vuelta al ruedo porque no le dio la gana, pues las palmas echaban humo.Manili dejó escapar un triunfo importante en su primero, noble y que repetía incansablemente. No se centró el de Cantillana, y lo toreó desigualmente y hacia afuera. El sexto, también aprovechable, tenía mucho más cuajo y era más tardo. Tampoco acerto a acoplarse con él. Manili estuvo frío.

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