El consejero dice que los sindicatos quieren presionar al Ayuntamiento

El consejero de Política Territorial, Eduardo Mangada, anunció ayer que el plan de vivienda social pactado con los sindicatos UGT y CC OO se podrá cerrar definitivamente a finales del mes de septiembre, pero advirtió que este plan requiere el consenso con los ayuntamientos. Mangada dijo que los sindicatos habían dejado fuera de la negociación al Ayuntamiento de Madrid "para negociar y presionar directamente a través de los programas de viviendas 18.000 y 100.000".Mangada calificó de "fuga hacia adelante" la situación de la oferta de la vivienda en la capital. Según él, en los próximos cuatro años no harán falta 150.000 viviendas, sino 85.000, ni tampoco la construcción de un segundo aeropuerto, sino la reestructuración del de Barajas.

Criticó también el avance del Plan General de Madrid presentado por el equipomunicipal de centro-derecha, del que dijo que adolece de hacer "proposiciones sine die".

También señaló que a primeros de octubre se presentará en la Asamblea de Madrid el proyecto de la Ley del Suelo.

"Estamos dispuestos a rebajar las cargas si los promotores conciertan con la Administración un desarrollo interesante, más rápido, y eliminan la retención especulativa", dijo Mangada, quien calculó que en Madrid hay suelo retenido, clasificado y sin desarrollar suficiente para aguantar el crecimiento de la ciudad en los próximos ocho años. Y a su vez calificó las negociaciones de la operación de Campamento como "ejemplares". "A Narcís Serra [ministro de Defensa y ex alcalde de Barcelona] le pesa más ser alcalde que ser ministro, por lo menos en estos temas", ironizó el consejero.

Mangada señaló que, en su opinión, no es necesario un segundo aeropuerto en Madrid.