Dispersión y cercanía

Fuentes próximas al Ministerio de Justicia han asegurado que la diseminación de los miembros de ETA presos por distintos puntos de España no ha significado su alejamiento generalizado del País Vasco y, consiguientemente, una mayor incomodidad y mayores gastos para sus familias, como han denunciado Herri Batasuna y otras organizaciones próximas.Por el contrario, sostienen que la aplicación de esa medida ha significado que más de la mitad de los presos se acercaran, kilométricamente hablando, a sus domicilios familiares. El criterio general ha sido el castigar con el traslado a las prisiones más apartadas geográficamente a los presos que mantenían posturas irreductibles y velaban en las comunas milis, recurriendo en ocasiones a la coacción, por el cumplimiento de las consignas enviadas por la cúpula de ETA.

El objetivo final de la política penitenciaria emprendida por el Gobierno es que los presos exijan a ETA el cese de la actividad armada.