Homenajes para todos
E. A., El balance satisfactorio de la política penitenciari a está disimulando, a juicio de expertos en la lucha antiterrorista, los mediocres resultados del frente policial contra ETA. Destacados dirigentes del nacionalismo vasco, como Xabier Arzalluz, han asegurado recientemente que la organización terrorista está perdiendo las riendas sobre uno de sus más importantes activos.
En el último año se han detectado síntomas en ese sentido. La campaña de chapeo (permanecer en la celda sin salir al patio) promovida para protestar contra la dispersión se desinfló pronto en las cárceles, mientras que la orden dada por la dirección etarra de iniciar una huelga de hambre para navidades apenas fue secundada, e incluso recibió críticas en algún sector de presos.
Dos de ellos han sido expulsados de la organización en lo que va de año por haberse acogido a beneficios penitenciarlos. La primera expulsión ocurrió en febrero y afectó a un recluso de 32 años que solicitó pasar a régimen abierto. La segunda, el pasado mes de mayo, por el mismo motivo.
Aislamiento social
En ambos casos, la dirección de ETA reiteró sus amenazas a los que busquen salidas personales, y ordenó a sus militantes y a las organizaciones afines que les hicieran el vacío y les aislaran socialmente en sus pueblos.
Las primeras excarcelaciones por indulto o libertad condicional suscitaron cierta confusión en el entramado político-social formado por Herri Batasuna, las Gestoras pro Amnistía y los otros grupos encuadrados en la coordinadora KAS. Ante la imposibilidad de discernir quiénes salen por una decisión unilateral del Gobierno y quiénes a Iniciativa propia, .estos grupos adoptaron el criterio de dispensar a todos, salvo que sean unos "arrepentidos" declarados, el recibimiento y homenaje popular que suelen ofrecen a los presos que regresan al País Vasco.
Tal criterio explica lo ocurrido semanas atrás en una localidad guipuzcoana de Azkoitia con uno de los últimos reclusos que han accedido al tercer grado. Los familiares y amigos de éste, en su mayor parte afiliados o simpatizantes de Herri Batasuna e igno.rantes de que se encontraba en régimen abierto, le ofrecieron el acostumbrado homenaje popular cuando retornó por primera vez al pueblo, haber permatiecido diez años entre rejas.
Sin embargo, cuando se fue conociendo su situación penitenciaria, se suscitó un vivo debate, con división de opiniones entre los sectores abertzales la localidad sobre la corrección o no de aprovechar la oportunidad de salir de unas cárceles que consideran "de exterminio". Algunos militantes de HB fueron expulsados por defender la postura de su paisano.
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