Otros capítulos sobre la mesa

Agricultura y textiles no son los únicos capítulos que quedan por cerrar. La Ronda Uruguay aborda este año la incorporación de tres nuevos sectores al GATT que están, complicando enormemente la negociación: propiedad intelectual, planificación de la inversión y servicios.

Propiedad intelectual. La Organziación Mundial de la Propiedad Intelectual no tiene sistema de sanciones, lo que convierte en estériles las denuncias presentadas por los países occidentales contra la copia de productos de nueva creación, que en ocasiones requieren enormes inversiones. En este capítulo se incluyen desde los diseños de moda textil y productos informáticos hasta los fármacos que pudieran descubrirse en el futuro para sanar enfermedades actualmente incurables como el sida o ciertas leucemias o cánceres.

Europa y Estados Unidos proponen que las patentes tengan una caducidad unificada de 50 años en todos los países miembros del GATT. Asimismo, pretenden implantar un sistema de sanciones que se base o bien en indemnizaciones (que un país pueda obtener ventajas comerciales sobre otro en la misma cuantía en que una entidad arbitral estime que ha sido estafado por no respetarse las normas sobre propiedad intelectual), o bien mediante clásulas de retorsión (que un país pueda castigar a otro prohibiendo la importación de determinados productos por valor equivalente a la cifra no satisfecha de derechos de propiedad intelectual).

Planiflicación de la inversión. Los paises ricos pretenden que se pueda orientar determinadas inversiones. Los PVD y Japón se oponen por entender que eso equivale a reglamentar el mercado. Esta planificación inversora permitiría que ciertos sectores o productos tengan un determinado porcentaje de componentes nacionales o, por ejemplo, prefijar el porcentaje que se debe destinar a la exportación, etcétera.

Servicios. Éste es otro tema que enfrenta a la CE y Estados Unidos en determinados aspectos. A EE UU sólo le interesa liberalizar los servicios informáticos. La CE desearía incluir los servicios bancarios, seguros, turismo, transporte marítimo y aéreo, etcétera. En la actualidad, por ejemplo, un avión americano puede hacer la ruta Roma Londres-Nueva York-San, Francisco y coger pasaje en¡ todas las escalas. Un avión europeo puede hacer la misma ruta, pero no puede coger pasaje nuevo en Nueva York para transportarlo a San Francisco.

En el capítulo servicios los países en vías de desarrollo tienen también importantes intereses, ya que una parte cada vez más creciente de ciertas empresas de servicios occidentales (restauración, turismo, etcétera) se nutren de mano de obra procedente de estos países.